El celular de Ana Munguía, la corredora ultimada en la ciclopista del Periférico Ecológico, a la altura de la unidad habitacional Agua Santa, no le fue robado el día de los hechos, lo dejó en su domicilio, aseguró el hijo de la víctima, quien pidió que el caso de su madre no fuera politizado como, indicó, algunos lo han hecho.
En tanto, ayer, familiares ya amigos acudieron al velorio de la hoy occisa para darle el pésame al hijo de la corredora de 67 años de edad. “Tenemos que unirnos, ya no es posible que siga ocurriendo este tipo de cosas”, son algunas palabras con las que los asistentes hicieron muestra de su solidaridad y apoyo.
Aunque las autoridades ministeriales siguen el robo como línea de investigación, se sabe que el día de los hechos, la víctima salió a correr sin sus pertenencias. En este sentido, Valentín, el hijo de Ana, comentó a El Sol de Puebla que el celular de su madre se encuentra en su poder, ya que aquel día lo dejó en casa, descartando que éste le hubiera sido robado y que incluso haya sido vendido en el mercado Independencia, como algunos supusieron.
Triste pero también indignado ante la situación, Valentín pide que la desgracia por la que está atravesando, no sea tomada con tintes políticos, tal y como a su decir, algunos lo han comenzado a hacer.
Por otro lado, el doliente consideró que hubo negligencia por parte de quienes intervinieron en el auxilio de su madre, ya que tardaron cerca de media hora en definir si sería o no trasladada a un hospital, pues incluso ya la daban por muerta.
Respecto a las cámaras de vigilancia, explicó que las autoridades le han dicho que las imágenes obtenidas de las cámaras que se ubican donde ocurrió, “no son buenas”, por lo que aún no hay avances.
Bajo el cobijo de familiares y amigos de la hoy occisa, Valentín espera que se haga justicia y que la Fiscalía de Puebla detenga al responsable de la muerte de su madre, quien desde hace diez años corría y participaba en diferentes eventos deportivos; hoy su cuerpo se encuentra postrado en un ataúd rodeado de flores y veladoras.
Con ojos marcados por el llanto y música de Marco Antonio Solís- uno de los artistas preferidos de la víctima, este viernes familiares y amigos velaron el cuerpo de la sexagenaria a quien definían como una apasionada del deporte.