En constante peligro de sufrir picaduras de abeja, se encuentrauna familia y 180 alumnos de un kínder de la junta auxiliarIgnacio Romero Vargas, y es que desde hace aproximadamente 30años, a pesar de la intervención de diversos cuerpos de ayuda yorganismos como la SAGARPA, no han podido quitar una colonia deabejas instalada en un muro, entre una vivienda y un kínder de lazona.
Recientemente, padre, madre e hijo, fueron atacados por estosantófilos, luego de que el ruido generado durante los trabajos deconstrucción que se realizan en la escuela Carmen Serdán, alterana estos insectos, según lo comentado en el sitio.
Por esta razón, ayer, bomberos estatales de la unidad 2001fueron enviados a la calle Benito Juárez y Hombres Ilustres paraque intentaran quitar la colonia de abejas que a decir de lospropios vecinos del número 14, lleva instalada ahí alrededor de30 años. Sin embargo, debido a la presencia de estudiantes y elriesgo que estos corrían, los cuerpos de emergencia señalaron queintentarían retirar el panal por la tarde.
No obstante, los elementos de ayuda tendrían que evaluar sihabía las condiciones necesarias para retirar completamente lacolonia de abejas, o bien, de implementar alguna otra medida paraque poco a poco, vayan muriendo las abejas. Estas medidas alternaspara inhibir el riesgo de picadura, consistiría en taponear concemento el panal o bien rociar un líquido para matar a las abejas,explicaron las fuentes consultadas.
En este sentido, los vecinos externaron su preocupación de quelos antófilos no sean retirados completamente, pues en el caso delos moradores de la casa involucrada, algunos de ellos sonalérgicos a la picadura de abeja por lo que cuando las sufrentienen que acudir inmediatamente a un hospital para que losatiendan y evitar algún tipo de complicación médica.
A pesar de que hace un mes la SAGARPA acudió a la zona einstaló una especie de trampa para los insectos, losentrevistados, dijeron que esto no les ha servido de mucho.