Cornelio Grajeda Morales obtuvo su minuta desde el 20 dediciembre de 1987, regularizó su terreno de nueve metros de frentepor 18 metros de fondo (es decir, 162 metros cuadrados) asentado enla esquina de la Avenida Pedregal y Lirios. Obtuvo el Certificadode Derechos Urbanos el 21 de diciembre del 95 y posteriormente ledieron sus escrituras el 17 de enero de 2002.
El lugar era rústico por lo que no se decidía a construir paravivir por esa zona, y únicamente se dedicó a pagar susrespectivas contribuciones como son predial y agua.
Es el caso que entre febrero y abril del presente año, laavenida principal, Pedregal, fue pavimentada y la zona ya casiestá completamente poblada, ante eso en mayo don Cornelio llevó aun albañil para que viera el lugar y comenzara a construir unavivienda; sin embargo, el alarife quedó mal con el trabajo.
Por eso, el propietario contrató a un arquitecto y el mespasado fueron a tomar medidas para ver de qué manera se podíarealizar una construcción.
Al regresar nuevamente la semana pasada al terreno, ya con unosplanos para un proyecto formal, encontraron que el lugar estababardeado con block, de manera improvisada –sin cimientos-; aligual que otros dos terrenos (de otras personas) adjuntos.
El dueño trató de buscar quién había hecho eso, pero noencontró a nadie y llevó una máquina para comenzar a aplanar elterreno; es el caso que ayer por la tarde, cuando pretendía hacerlos trabajos de aplanado, llegaron alrededor de 50 personas eimpidieron laborar a los empleados contratados.
Vía telefónica una persona que solamente se identificó comoFrancisco, habló con Cornelio y le comentó que él era elverdadero dueño del lugar y no tenía por qué tratar de construirahí.
Al intercambiar palabras Cornelio le dijo que tenía todos susdocumentos que lo acreditan como el propietario del lugar; no comoFrancisco que señaló únicamente estar en trámite su obtenciónde escritura.
Ante la presión del “grupo de choque” como le llamóCornelio a la gente que impedía entrar a su terreno; tuvo quesolicitar la fuerza pública para que interviniera, pero solamentesirvió para que en el lugar, con seudo abogados de la otra parte ylos defensores de Cornelio, firmaran un documento en el queacordaron nadie ingresar o tratar de hacer algún trabajo en dichoterreno, hasta que se aclare legalmente quién es el legítimodueño.