Pese a las solicitudes que hace un año realizaron ciudadanos de mejorar la iluminación, señaléticas e incluso las condiciones de la vialidad sobre el bulevar Hermanos Serdán, donde en aquel entonces un motociclista murió arrollado y previamente varios accidentes más sucedieron en la zona, el lugar luce exactamente igual, con luminarias descompuestas y ausencia de boyas o fantasmas reflejantes; quienes transitan o circulan por ahí, piden que las autoridades escuchen su llamado.
Fue el 29 de junio de 2021, cuando un hombre de 70 años murió al pasar sobre el surco o división que se encuentra sobre el tope frente a Galerías Serdán, justo en medio del segundo carril del bulevar Hermanos Serdán con dirección a La María.
El varón que conducía su motocicleta Harley Davidson, perdió el control sobre el volante para luego derrapar, caer sobre el carril de primera y por último, ser embestido por un tráiler; en el lugar quedaron restos o indicios del accidente, incluso fueron colocadas dos veladoras para pedir por el descanso eterno de la víctima.
Los peritajes de las autoridades viales determinaron que no hubo responsabilidad del trailero por lo que no fue detenido. Sin embargo, no fue el primer accidente mortal en la zona ya que entre 2019 y 2021 ocurrieron cinco accidentes vehiculares, cuatro de ellos fueron mortales.
Para 2022 el único accidente del que se tiene conocimiento en el lugar es el que se registró la madrugada del 22 de mayo, cuando un automovilista perdió el control sobre el volante y chocó contra los postes que sostienen la ciclovía. A pesar de que solo se reportaron daños materiales, el conductor se dio a la fuga y dejó la unidad abandonada.
BULEVARD HERMANOS SERDÁN EN PENUMBRAS
Debido a la situación anterior, el 5 de julio de 2021 este medio publicó, luego de un recorrido en la zona, que había falta de iluminación, ya que al menos del tramo que va del entronque del bulevar San Felipe a la autopista, las lámparas colocadas sobre la ciclovía no funcionaban, lucían apagadas, ocasionando que hubiera poca visibilidad para los conductores; en cuanto a los topes y otras señaléticas, se detectó que algunas de ellas estaban cubiertas con estampas, además de la ausencia de boyas o fantasmas reflejantes y la poca conciencia vial.
Personas entrevistadas en el sitio solicitaron mejorar las condiciones y señaléticas en la zona pues consideraron que de noche, el lugar se volvía mucho más peligroso pues todo se encontraba en penumbras y la única iluminación era de unas pocas lámparas instaladas en el lugar, las luces de navegación de los vehículos que circulan en la zona y los espectaculares del centro comercial Galerías Serdán.
Después de un año, en un nuevo recorrido en la zona, se constató que el lugar sigue exactamente igual, en la total obscuridad por la noche, sin mantenimiento o la colocación de boyas y con conductores que no solo pasan a alta velocidad, sino que incluso de manera imprudente, mientras todos los vehículos circulan, se detienen a medio camino para bajar a algunos de sus ocupantes.
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Transeúntes, automovilistas, ciclistas y motociclistas entrevistados en el punto consideraron que es una falta de seriedad e interés por parte de las autoridades correspondientes atender este asunto, ya que la vialidad por las condiciones antes ya citadas, se vuelve un lugar sumamente peligroso en la noche debido a la poca visibilidad en la zona.
En esta ocasión piden de forma atenta que las autoridades los escuchen, atiendan su llamado y actúen para evitar desgracias a futuro.
“Uno siempre se queja, pide la intervención de las autoridades, pero en este tipo de asuntos casi no les interesa resolverlos, lo dejan y ya cuando pasa una tragedia ya quieren hacer las cosas, ojalá esta vez sí nos hagan caso”, comentó Roberto Quiroz, un transeúnte de 40 años de edad.
Otro más opinó que si las autoridades tienen dinero para hacer diversas obras para hacerse promoción, también deberían de hacerse cargo de este tipo de asuntos.
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“Desafortunadamente todo sigue igual, yo paso del diario por aquí, es mi zona de trabajo y en la noche es un riesgo tanto como automovilista, motociclista y peatón porque las lámparas de la ciclovía no sirven y no hayas otras más que sean de la propia vialidad que estén instaladas, las boyas o vibradores siguen sin que sean restaurados, algunas señaléticas no se ven porque las tapan las ramas de los árboles y también la imprudencia de los conductores”, mencionó Rubén López, de 27 años de edad.
Es así como a un año de la muerte del referido motociclista y de que se evidenciara la situación que persiste en la zona, todo sigue de igual forma.
