José, nombre ficticio de un narcomenudista entrevistado por El Sol de Puebla, asegura que pese a la regulación en la compra y venta de marihuana en México, difícilmente disminuirán los índices delincuenciales y de violencia, pues mientras exista el comercio de enervantes como el cristal, cocaína, crack, entre otros, el enfrentamiento entre grupos rivales seguirá.
“Mira, la mayoría de los narcomenudistas no solo se dedican a la venta de marihuana, sino también de otras drogas. Desde luego que estas reformas nos van a afectar en las ventas porque ahora gente que nos compraba y a lo mejor le daba miedo o se sentía insegura, lo hará en lugares bien establecidos, y eso puede ocurrir con los consumidores de buena posición económica, con los chavitos fresas, pero habrá alguien a quien le dé pena o no quiera que sepan que es consumidor e incluso esté en desacuerdo con las autoridades y nos siga buscando a nosotros. Sin embargo, hay otra realidad, los grupos delictivos pelearan sus plazas, y quienes quieran poner su tienda aprobada por el gobierno, seguro que será amedrentado, no es fácil vender marihuana y decir que quiero vender y ya lo voy a hacer, se debe tener permiso de los jefes”, explicó el joven de 26 años de edad, dedicado a la venta de marihuana.
José señaló que aunque la marihuana es la droga que menos les importa a los jefes del narcomenudeo, se debe contar con su aprobación y posiblemente, el gobierno tendrá que expedir permisos de instalación de locales dedicados a la venta de esta droga, en lugares que no sean ocupados por algunas bandas o que estén en disputa.
Además de que la venta de marihuana en grandes cantidades continuará, dijo el declarante, quien refirió que las pugnas, los “levantones” y asesinatos no se limitan al tema de la venta y compra de marihuana, sino también y en gran medida, a la comercialización de drogas sintéticas.
“La marihuana es muy común; esta droga la fuman demasiadas personas, pero lo que más se vende y más te engancha es el cristal, es una droga de moda que la verdad a mí me da cruda moral venderla porque siento que eso, el crack, la piedra y demás drogas sintéticas, hacen mucho daño; en cambio, la marihuana te la fumas, puedes estar comiendo, escuchando música y todo tranquilo, pero las otras drogas son más agresivas, yo por eso solo vendo marihuana”, reveló el entrevistado, quien a su vez explicó que hay niños de entre 13 y 14 años de edad, consumiendo drogas sintéticas.
Mientras un consumidor de marihuana, va, compra una vez a la semana y regresa cuando se le termina, alguien que es adicto a la droga sintética compra muchas veces al día e incluso puede ir a comprar, se va a robar para su droga y regresa a adquirir más droga, y así en repetidas ocasiones, además de que si saben dónde viven sus proveedores, van a sus casas a la hora que sea e insisten en que se les venda la droga, agregó José.
El joven de 26 años refirió que cada 10 minutos un adicto llega a las “narcotienditas” a comprar droga, por lo que el consumo de otros enervantes y las peleas por vender estos no parará, será algo muy complicado, consideró José, quien comenzó siendo adicto a la marihuana para después hace cinco años y medio, es decir, a mediados de 2015, empezar a distribuirla.
La facilidad con la que el joven obtuvo ganancias de entre 2 mil y 3 mil pesos al día, aunado a las necesidades económicas, lo llevaron a adentrarse al mundo del narcomenudeo; sin embargo, al final, el dinero que obtenía solo era para solventar su mismo consumo, admitió el entrevistado.
Tras acudir a rehabilitación, dejar el consumo de dicha droga y formar una familia, el hombre vio que con el dinero que ganaba de la venta de marihuana, cubría a la perfección sus necesidades y la de su hija y esposa, siendo aún más complicado abandonar el ámbito de la ilegalidad.
“Un día, un amigo que ahora tiene un lugar importante en este entorno, me ofreció mercancía que no podía sacar a la venta, me dio un paquete grande, y en un día lo vendí, fue muy rápido y le vi ganancia. Y sí, la verdad, es así, dinero fácil y rápido, sin embargo, uno desde el inicio sabe las consecuencias, los riesgos, si no tienes permiso, te ubican y te “levantan”, yo sé que aunque tengo permiso y soy de alguna forma, vendedor independiente, no estoy exento de algo así”, narró el entrevistado, quien aseguró que él tiene prohibido vender otro tipo de droga y de hacerlo, debe adquirir los estupefacientes con el grupo que le ha otorgado el “permiso” de venta.
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No meterse en zonas que no se deben, ya que están ocupadas por otras plazas, o evitar vender lo que está prohibido por los mismos grupos delincuenciales, es vital para sobrevivir en un mundo donde existe el pago por derecho de piso para quienes ya cuentan con una tienda o punto de distribución, y cuyas ganancias pueden ser de entre 10 mil a 50 mil pesos, sin embargo, “hay que pagar a los jefes y a las autoridades que perfectamente saben dónde se vende droga”, aseveró José, quien añadió que el riesgo más bajo, por así decirlo, es ir a parar a la cárcel, lo cual, para nada, es una experiencia agradable.
A él ya lo han detenido en varias ocasiones por estar involucrado en riñas, ingerir bebidas embriagantes en la vía pública y durante revisiones donde le encontraron marihuana, por lo que fue enviado al Cereso por delitos contra la salud; sin embargo, conseguió su libertad al tratarse de una cantidad mínima, aunque en algunas ocasiones, las mismas autoridades le “sembraron”, dijo, · más dosis de marihuana y hasta llegaron a golpearlo.
“Las autoridades están coludidas, saben perfectamente que en los mercados es donde se venden y hay tienditas. Ahí han encontrado a mucha gente incluso consumiendo, se los llevan y a los 4 meses ya están libres, y cuando te detienen en la calle, hay de dos, o les das dinero para que te dejen ir o incluso digan que te agarraron con menos droga, o bien, no sueltas lana y a manera de venganza, los polis te siembran más droga. Aquí te vas a encontrar de todo, policías corruptos y los que no son, de todas formas en la mayoría de las ocasiones llegan a hacer operativos, les dan su moche y se van, y uno que está en este rollo, lo sabe perfectamente”, recalcó el declarante, quien criticó la “doble moral” de las autoridades que, dijo, quieren hacerle creer a la sociedad que están haciendo su trabajo, pero no es así.
Aunque desde hace varios años sus problemas personales lo llevaron a la adicción de la marihuana y esta a su vez, a la venta de droga, el hombre de 26 años aseguró que esto es temporal y se encuentra en el proceso de dejarlo, pues aunque cuenta con dos trabajos formales para los que, indicó, ya es bueno, no es tan fácil dejar la estabilidad económica que ahora tiene, pero incluso, si desde el inicio hubiera tenido la opción o la probabilidad de tener otros trabajos, no se hubiera metido en este mundo donde la peor consecuencia es la muerte, y la mínima, la cárcel, pues los narcomenudistas de alto rango con dinero y contactos, libran fácilmente la prisión, finalizó.
