De día, noche o madrugada, la colonia Francisco Javier Clavijero se ha convertido en escenario de balaceras, ejecuciones y riñas, las cuales, de acuerdo con fuentes policíacas, han derivado por la disputa del control del narcomenudeo en la zona. Tan solo de marzo de 2018 a la fecha, el saldo de los citados enfrentamientos y disputas es de cuatro muertos, entre ellos, un chofer del transporte público y un comandante de la Policía Estatal que pereció en cumplimiento de su deber.
El 26 de marzo de 2018, al filo de las 20 horas, vecinos de dicha colonia pasaron por momentos de tensión y pánico luego de que miembros de la banda delictiva liderada por un sujeto apodado “El Negro”, se enfrentaran entre sí a balazos desde la calle Jorge Murad hasta Fernando Arruti, pasando por Hugo Leicht y José Luis Rodríguez.
Durante la refriega, según lo dado a conocer en su momento por la misma Fiscalía General del Estado, el jefe de la célula delictiva logró huir, sin salvarse de resultar herido; no obstante, Filiberto Rugerio Serrano, comandante de la Policía Estatal, fue asesinado tras acudir al llamado de auxilio, ya que el hecho movilizó de forma inmediata a decenas de policías municipales, estatales e incluso ministeriales.
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Luego de la pronta respuesta de los oficiales y agentes estatales investigadores, se logró la detención de dos presuntos delincuentes, que también presentaron diversas lesiones.
Desde aquella ocasión se supo que el enfrentamiento estaba relacionado con el control de la plaza, de tal manera que las autoridades aseguraron vehículos, armas de fuego y también catearon y sellaron un inmueble propiedad del personaje apodado “El Negro”. Lo anterior solo fue el comienzo de este tipo de disputas.
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Para el 23 de septiembre, también de 2018, otra balacera prendió las alarmas de los colonos, quienes, al escuchar las detonaciones de arma de fuego, prefirieron no salir y resguardarse en sus domicilios hasta que la situación se calmara.
En este caso, un sujeto de entre 30 y 35 años de edad, al parecer bajo los influjos del alcohol, realizó varios disparos sobre la calle José Luis Rodríguez de Alconedo, en espera de otro hombre con el que se enfrentaría. Dos varones se acercaron para tratar de calmarlo; sin embargo, no lo lograron, por lo que al lugar llegaron más de diez patrullas, cuyos elementos detuvieron a los dos hombres que pretendían tranquilizar a quien hizo los disparos al aire, para luego huir.
Al final, los asegurados fueron remitidos ante el juez calificador por alterar el orden público.
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En tanto, el 4 de diciembre de ese mismo año, a plena luz del día, pasajeros de la Ruta 23A fueron testigos de la ejecución del chofer de la unidad del transporte público. De igual forma, las autoridades presumieron que el asesinato del varón estuvo ligado al narcomenudeo, ya que los homicidas dejaron un mensaje de advertencia similar al que se halló días antes junto a los cuerpos de quienes fueron ejecutados en la colonia 20 de Noviembre y el Mercado Unión.
La ola de inseguridad se registró imparable, pues tan solo dos días después, es decir, el 6 de diciembre, los cuerpos de dos hombres fueron hallados envueltos tanto en cobijas como en bolsas de plástico. Los cuerpos presentaron el tiro de gracia, mientras que encima de ellos fue colocada una cartulina con mensaje de advertencia firmado por “El Cholo” y “El Nariz”, quienes advirtieron que irían detrás de la familia de “El Negro” y sus trabajadores, y que solo respetarían a la madre, esposa e hijos de dicho líder narcomenudista.
Ayer, a dieciséis días del 2019, un motociclista recibió cuatro impactos de bala luego de que fuera perseguido por varios sujetos a bordo de un vehículo blanco. Pese a que las autoridades policíacas montaron un operativo en la zona, no lograron ubicar a los responsables del ataque con armas R15.
