La muerte de los cuatro militares acaecidos en cumplimiento desu deber durante un enfrentamiento con huachicoleros de PalmaritoTochapan, junta auxiliar del municipio de Quecholac, la noche delpasado miércoles, no quedará impune y no se escatimaránrecursos, aseguró el gobernador Antonio Gali Fayad, acompañado deautoridades castrenses y familiares de las víctimas, durante elhomenaje póstumo realizado ayer por la tarde en las instalacionesde la XXV Zona Militar, antes que los féretros fueran trasladadosa sus lugares de origen en los estados de Veracruz, Guerrero,Tabasco y Chiapas.
El mandatario mencionó que Puebla está de luto por elfallecimiento de los militares y lamentó que familias esténsiendo utilizadas para proteger a integrantes de bandas dedicadasal robo y venta de combustible.
Resaltó que los hombres insignes, valientes, sacrificaron susvidas en el desempeño de su labor con honor, y no serán héroesanónimos, pues se comprometió a capturar a los responsables, sinescatimar recursos y sin que le tiemble la mano para continuar conel combate al delito de robo de combustible.
Gali Fayad reconoció como un enorme valor que al llegar alcomplejo militar, una esposa de los soldados acaecidos, al darle elpésame, ella le dijera: “hoy es un día feliz”, en relación aque su familiar había dado la vida en cumplimiento de sudeber.
Por su parte el General Brigadier, Juan Manuel Rico Gámez,refrendó el compromiso del Ejército Mexicano con el país en elmarco de la ley y los derechos humanos.
Durante el acto, personal de la milicia realizó el llamadosalva de honor y al final el evento concluyó con la entrega debandera y carta de condolencias a los deudos por parte de lasautoridades.
Posteriormente los cuerpos del cabo Rolando M. H., de 41 añosde edad, originario del municipio de Ixhuatlán de Madero, Veracruzque ingresó a la milicia en el año de 1999; el policía militarMáximo M. H., nacido en Nacajuca, Tabasco en 1986 e ingresó a lasfilas militares en el 2006; el soldado de infantería José ManuelL. R., de San Marcos, Guerrero y que apenas tenía 7 meses y 2días de haber ingresado al Ejercito y el militar desde hace 11años, Miguel V. A., oriundo de Tumbalá, Chiapas, partieron adonde familiares y amigos les darán el último adiós.