Sujetos a mano armada asaltaron el restaurante "Sabor a Puebla", ubicado en el portal Juárez del zócalo de esta ciudad y a unos metros del Palacio Municipal; los hampones se llevaron más de 200 mil pesos y pertenencias de los empleados, la madrugada de ese martes. Este negocio se encuentra cerca del local del distribuidor de Telcel que también fue saqueado mediante “cristalazo” hace 21 días.
Tras los hechos, los afectados buscaron el apoyo de la policía, pero al no encontrar en el zócalo ningún uniformado, uno de los trabajadores caminó hasta El Carmen donde localizaron una patrulla, el oficial indicó que iba a darse la vuelta para ir al restaurante, pero nunca llegó, por lo que tuvieron que buscar otro vehículo oficial que lograron encontrar y fue la que finalmente llegó al sitio, pero para eso ya había pasado una hora del atraco, reveló personal del negocio.
Finalmente fueron los uniformados de la patrulla VP-515 quienes se entrevistaron con la encargada del negocio, misma que les indicó que minutos después de la una de la madrugada, alguien tocó la puerta de la cortina; al pensar que sería algún cliente que olvidó algo, un mesero abrió y fue cuando ingresaron alrededor de 10 sujetos, quienes a punta de pistola y golpes sometieron al resto de los empleados para cometer el asalto.
Los malhechores robaron los celulares de los trabajadores, un equipo de cómputo que tenía el control de las cámaras de video-vigilancia del negocio y para rematar se apoderaron de los más de 200 mil pesos que había por las ventas de El Buen Fin y que no habían podido ser depositados precisamente porque los bancos no abrieron.
Este es el segundo robo que se registra en pleno zócalo en menos de un mes, pues el pasado 30 de octubre, también fue saqueada la tienda de Telcel de ese mismo portal que está cerca del mencionado restaurante.
Aquella ocasión el robo también ocurrió en la madrugada, sujetos desconocidos rompieron uno de los enormes cristales de la puerta principal e ingresaron para apoderarse de diversos equipos de telefonía celular y luego huyeron sin poder ser detenidos.
Después de que se activaron las alarmas, llegaron policías pero ya no pudieron hacer nada por detener a los responsables; se quedaron resguardando el negocio hasta la llegada de los encargados quienes al tratar de ser entrevistados por este medio, en aquella ocasión optaron por guardar hermetismo.