Entre flores, incienso y mariachi, ayer, pobladores delmunicipio de Cuautinchán despidieron a Clara López Santos, de 42años de edad, quien pereció la mañana del domingo tras habersido arrollada por la patrulla 5102, la cual era conducida por eluniformado municipal, César F.N., quien ayer obtuvo su libertadbajo las reservas de ley.
Poco antes de las 10 horas, más de 200 pobladores entrefamiliares y amigos, partieron de la casa de la víctima hacia elex Convento de San Juan Bautista donde, tras la celebraciónreligiosa, se dirigieron hacia el panteón municipal.
Rostros embargados de dolor e indignación ante la pérdida deuna mujer muy querida por la comunidad, a decir de los propiosentrevistados, fueron evidentes durante el cortejo fúnebre en elcual participaron niños, jóvenes y adultos. Es de esta forma comolos restos de Clara ya fueron depositados en el campo santo.
Cabe recordar que López Santos murió el pasado domingo al filode las 6 horas, sobre la avenida Miguel Hidalgo y Costilla entrelas calles 3 y 5 Oriente, lugar por donde caminaba para dirigirse atomar el camión que la traería a la ciudad de Puebla ya quetrabajaba en el Vips que se encuentra a un costado de PlazaDorada.
El hecho provocó molestia e indignación en más de 100moradores de la región, quienes en ese momento aseguraron que elresponsable conducía bajo los influjos del alcohol, lo cual no fuedemostrado ni confirmado. Sin embargo, otras de las quejas de lacomunidad fue que el cuerpo de Clara permaneciera varias horastirado sobre el asfalto ya que fue hasta aproximadamente a las11:50 horas cuando agentes viales del estado se apersonaron en lazona para encabezar las diligencias de rigor, aunado a quedesconocían el paradero del policía culpable que había sidodetenido por sus mismos compañeros, quienes también viajaban enla patrulla 5102.
Ante todo lo sucedido y la falta de respuesta o apoyo por partedel edil municipal, Amelio Flores, en ese instante los inconformesse dirigieron hacia la presidencia, donde amagaron con cerrarla ytomarla, sin embargo, tras la intervención de policías estatales,el grupo de personas se calmó.
Durante los hechos, la presidencia lució vacía pues fueabandonada por los elementos policíacos y otros trabajadores portemor a sufrir algún tipo de agresión, sin embargo, todosregresaron a sus funciones correspondientes.