TEPEACA, Pue.- Un hombre fue linchado por una turba enardecida en la comunidad de Santa María Oxtotipan, perteneciente a este municipio, al noche del jueves, luego de que presuntamente fuera sorprendido cuando, junto con su cómplice que logró huir, intentaba robar una camioneta.
De acuerdo con fuentes policiacas, los hechos se registraron cuando un grupo de pobladores corretearon a los dos sujetos, pero solo a uno de ellos le dieron alcance y fue cuestionado sobre el presunto intento de robo y del paradero de su compinche.
Los pobladores enfurecidos lo llevaron hasta el centro de la población donde lo golpearon hasta el cansancio; no conformes, al sujeto lo hirieron con una arma blanca para luego rosearle gasolina y prenderle fuego aún con vida.
Minutos después el sujeto feneció producto de las quemaduras sufridas.
En el lugar trascendió que no era la primera vez que el implicado cometía atracos en la zona; incluso se comentó en el lugar, que dichos sujetos, la noche del 9 de abril, ingresaron a robar a un domicilio donde una mujer fue violada y no conformes, los sujetos lograron hurtar diversos objetos de la vivienda, entre ellas una camioneta de modelo reciente, por lo que la gente decidió hacer justicia por mano propia.
Elementos de Seguridad Pública Municipal, Policía Estatal junto con personal del Ejército Mexicano arribaron al sitio, pero para entonces el sujeto, de entre 40 y 45 años de edad, ya había fallecido.
OXTOTIPAN GUARDA SILENCIO
En total tranquilidad y sin vigilancia alguna transcurrió este viernes Santa María Oxtotipan, luego del linchamiento registrado la noche del jueves; en el lugar de los hechos solo quedaron cenizas y carbón, mientras, la población se mantuvo en total hermetismo.
Tras las diligencias correspondientes del levantamiento de cadáver que se prolongaron hasta las primeras horas de ayer, hasta el momento el cuerpo del varón no ha sido reclamado por sus familiares, mismo que se encuentra en el anfiteatro municipal, aunque trascendió que se trata de José Claudio N., vecino de este municipio.
Tras aparentemente confesar los hechos, la turba enardecida no dudó en hacer justicia por propia mano, ya que luego de propinarle una golpiza al sujeto, lo machetearon, y finalmente le rociaron gasolina para quemarlo vivo.
Cuando el cuerpo dejó de moverse, la muchedumbre abandonó el sitio.
A unos metros de la iglesia, el día de ayer, se podían apreciar las huellas de los hechos, entre cenizas y carbón, mientras en las calles todo parecía fluir de manera normal.
Cabe mencionar que la población se mantuvo con total hermetismo tras el único linchamiento que se ha registrado en la demarcación.