Grafitis, puestos ambulantes, inseguridad y principalmente la indiferencia de la gente, es lo que diario enfrentan transeúntes en su paso por diversos puentes peatonales ubicados en Periférico Ecológico y la autopista México-Puebla, donde las personas coincidieron en señalar que hay muchos asaltos, y a pesar de presenciarlos, nadie interviene para auxiliar a las víctimas que terminan despojadas de sus pertenencias y objetos de valor.
Usuarios, al ser entrevistados por este medio, coincidieron en la exigencia de tener presencia de la policía que permita inhibir a la delincuencia que opera de manera impune en dichos puentes.
Yuridia, de 35 años de edad, hace seis meses vivió la amarga experiencia de ser asaltada por tres sujetos empistolados, a plena luz del día y a la vista de varias personas que no hicieron el mínimo intento de ayudarla.
“Me asaltaron hace seis meses cuando estaban arreglando lo de Periférico Ecológico y ponían las máquinas, entonces tapan la visibilidad; eso fue a las 7 de la mañana; estaba el sol a todo lo que da, fueron tres sujetos con arma de fuego. Me quitaron todo, no traía mucho porque iba a trabajar, pero hasta mi comida se llevaron. Esto hace que uno se vuelva más temeroso y precavido, es andar con temor; hay vigilancia, es esporádica, pero lo que falta es convivencia entre vecinos y como sociedad, porque ese día que a mí me asaltaron pasaron personas y nadie hizo nada”, relató la joven madre, quien a diario debe atravesar el puente peatonal que cruza el Periférico y conecta a las unidades habitacionales Agua Santa y San Bartolo, al sur de Puebla.
En ese mismo punto, una vecina comentó que el problema mayor es al caer la noche, ya que a pesar de que existen luminarias, hace falta más alumbrado y vigilancia, pues en la tarde debajo del puente comienzan a reunirse sujetos que se drogan, o incluso indigentes que suelen pernoctar ahí.
SE DROGAN ABAJO DEL PUENTE
Una situación similar se repite a escasos tres minutos de distancia, es decir, en el puente peatonal que se localiza a la altura de Periplaza, donde no solo las pintas que hay en la pared hacen que este luzca inseguro, sino que de igual manera, los transeúntes se topan con el obstáculo de un puesto ambulante de ropa y cosas usadas.
La opinión es similar, asaltos a transeúnte a cualquier hora del día, además de que no hay vigilancia, sin embargo, a la gente no le queda más opción que transitar por ahí, pues arriesgarse a cruzar por debajo del puente, es decir sobre Periférico Ecológico, sería atentar contra su propia vida, ya que serían arrollados por los vehículos que por ahí circulan.
“No se ha escuchado tanto por lo mismo de la pandemia, pero en temporada de clases, es cuando aprovechan el paso del puente, hace falta vigilancia porque incluso ha habido asaltos en las puertas que están sobre el carril de Periférico, pero ni modo, solo hay que andar con más cuidado, no queda de otra”, comentó un transeúnte de 50 años de edad.
El panorama cambia un poco al llegar a la altura del fraccionamiento Bosques de Chapultepec, donde a mediados de octubre se suscitaron al menos tres asaltos a transeúnte por parte de sujetos armados que huían por un camino de terracería que conectan con Galaxia La Calera, ahí, después de estos hechos, un guardia de seguridad privada vigila desde la mañana hasta la tarde, brindando un poco de tranquilidad a los residentes.
EN LOS CRUCES DE LA AUTOPISTA SE REPITE LA HISTORIA
Ya en la autopista México-Puebla, en el puente de la unidad habitacional Volkswagen 2 y 1, los residentes también pidieron mayor vigilancia debido a la inseguridad que hay en la zona.
“En toda esta zona está muy feo el tema de los asaltos, lo de la inseguridad, ha habido bastantes atracos, incluso sobre la misma autopista, a la altura de la parada de autobuses no permitida, roban a cada rato; uno a veces conoce a la gente, pero también por no quererse meter en problemas no dice nada, sobre todo para evitar represalias”, indicó una vecina de las citadas unidades habitacionales.
Finalmente, en el puente de San Aparicio, a la altura del estadio Cuauhtémoc, las principales víctimas son los trabajadores del Corredor Industrial Parque 2000, quienes debido a sus horarios, de noche o madrugada, deben atravesar el puente que luce grafiteado, desolado y cuyo camino al bajar da a una vereda en medio del pastizal.
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Algunos para evitar el peligro de ser asaltados prefieren sortear el peligro y cruzar la autopista bajo el riesgo de ser arrollados.
En todos los puntos recorridos por El Sol de Puebla fue evidente la falta de seguridad o vigilancia, en algunos, las pintas sobre los muros o paredes, dieron cuenta de la falta de mantenimiento o rehabilitación en la zona, y aunque en solo uno se notó la presencia de un guardia de seguridad privada, este apenas se encarga de vigilar solo unas cuantas horas.
La petición por parte de los ciudadanos fue generalizada, seguridad y vigilancia por parte de las autoridades en los distintos puentes peatonales.
