Un taxista denuncia negligencia médica pues estuvo a punto de morir, luego de que le practicaran mal una apendicectomía, en la que adquirió un virus que días después afectó otros órganos, por los que tuvo que someterse a otras operaciones. Al final, lo que le tuvo que haber costado 40 mil pesos, terminó por liquidar cerca 800 mil.
Por lo anterior, el agraviado se presentó ante las autoridades de la Fiscalía de Puebla para demandar al cirujano que lo asistió y que puso en peligro su vida.
La víctima, de nombre Marco Antonio N, acompañado de su abogado Pedro Romano Téllez, explicó en entrevista con este medio, que después de la denuncia penal, fueron citados las partes implicadas en el área de mediación de la Fiscalía, pero es la fecha que la parte acusada no ha querido aceptar responsabilidades, por lo cual el pleito legal sigue su curso.
El agraviado relató que fue a finales del año pasado (7 de diciembre de 2019), cuando sintió un malestar y recurrió al médico identificado como Alejandro N, quien tienen su consultorio en un conocido hospital de la zona de Angelópolis, quien le sugirió operarlo de urgencia, pero en otro hospital de renombre ubicado en el Centro Histórico, porque según el médico, en el segundo nosocomio, tienen los mejores aparatos para realizar una intervención de apendicectomía laparoscópica.
Durante la entrevista a este medio, Marco Antonio agregó que durante la operación se le regó un líquido semejante a pus, pero en ese momento, supuestamente el médico le hizo limpieza y le dijo que de por sí este tipo de intervenciones “eran delicadas”.
Después de su hospitalización por tres días, el denunciante explicó que, a pesar de sentirse mal, fue dado de alta, aunque presentaba fiebre y dificultades para respirar; no sin antes hacer el pago de alrededor de 35 mil pesos por la operación, más gastos de hospitalización.
Cuando el agraviado acudió nuevamente con el médico para que le retirara la sonda que le había dejado para estar drenando el líquido restante de la operación, le indicó al galeno que seguía sintiéndose mal, por este le contestó que era normal y que continuara con el antibiótico porque probablemente tenia infección en el pulmón debido al líquido que salió de su apéndice.
Días después, al seguir en mal estado, Marco Antonio le llamó al cirujano y este le dijo que ya no podía hacer más por él y le recomendó al neumólogo Juan Carlos N, quien después lo citó en otro hospital, a efecto de sacarle una tomografía simple de pulmón.
Al hacer el trabajo, el médico especialista en Imagenología, Arturo N, le comentó que tenía un absceso de pus en el hígado, por lo que le mandó una “tomografía con contraste”, la cual le realizaron ahí mismo y confirmó que era necesario que se quedara hospitalizado para que le realizaran una operación quirúrgica conocida como punción, en la cual estuvo a punto de entrar en shock o caer en paro cardiorespiratorio, sin embargo, lograron estabilizarlo.
Al final, el diagnóstico indicaba que tenía complicaciones en intestino, riñones, pulmones e hígado, por lo que lo mantuvieron en terapia intermedia y aislado por una bacteria contagiosa que presentaba; asimismo, le realizaron diversos estudios como tomas de sangre, rayos X y tomografías.
Fue hasta el 4 de enero de 2020, día en que lo subieron a piso, pero aún aislado. Más adelante lo siguieron tratando debido a que presentaba agua en ambos pulmones. Todos sus malestares se los atribuyeron los médicos a una mala intervención de su apéndice, aseguró el quejoso.
Para el 20 de enero, comenzó a tener mejoría, pero los médicos le dijeron que llevaría una recuperación lenta.
El denunciante resalta en su querella que los gastos de las cirugías, medicinas, estudios, tomografías, honorarios de médicos y demás gastos derivados a partir del día 7 de diciembre de 2019 hasta enero de 2020, ascendieron a la cantidad aproximada de 650 mil pesos, la cual deberá servir primeramente como base para la reparación del daño presuntamente causado por el cirujano Alejandro N y su equipo de trabajo.
Marco agrega que no solo tuvo un daño físico y que le pudo causar la muerte, pues también presenta un trauma sicológico, por lo que se encuentra bajo terapia.
El denunciante agrega que mientras duró su tratamiento, dejó de laborar como taxista, por lo que dejó de percibir alrededor de 100 mil pesos; pero también sus familiares lo estuvieron trasladando en coches de sitio, gastando alrededor de 30 mil pesos.
El abogado Romano Téllez refiere que los hechos asentados bajo la carpeta de investigación 1174/2020/ZC, respecto del delito de responsabilidad médica y/o negligencia médica cometida por el médico cirujano Alejandro N y su equipo de trabajo, se encuentra actualmente ante la agente de ministerio público investigadora adscrita a la delegación Norte, y aunque ya fueron citados los acusados para tratar de llegar a un arreglo a través del departamento de Medios Alternos, todos los citados se negaron a reparar el daño causado al agraviado.
El abogado defensor puntualizó que tienen pendiente girar un oficio a la Comisión Estatal de Arbitraje Médico y copia del expediente, debido a la actual contingencia sanitaria.