Infanticida habría planeado en CDMX y varios días antes matar a sus hijos

El hombre había sido alejado de los pequeños por violencia familiar

Paulina Gómez

  · miércoles 25 de julio de 2018

Foto: Google Maps

Una situación de violencia familiar es lo que desde hace dos años habría originado la separación entre Raymundo N, el hombre de 59 años de edad que mató a sus dos hijos y luego se suicidó en San Pedro Cholula, y la madre de los dos pequeños ahora occisos, según lo revelado por fuentes policiales, quienes incluso señalaron que el varón dejó otros recados póstumos en su domicilio en la Ciudad de México.

Las fuentes consultadas refirieron que el quincuagenario era maestro de danza, contaba con antecedentes por el delito de violencia familiar y desde hace dos años ya se encontraba separado de su esposa, por lo que él vivía en la Ciudad de México. Cada fin de semana viajaba a Puebla para visitar a sus hijos Marina y Emiliano, de 9 y 6 años de edad, respectivamente.

Sin embargo el sábado pasado, después de seis horas de haber recogido a sus hijos, no regresó por lo que madre de los pequeños comenzó a preocuparse y aunque marcó en varias ocasiones al celular de Raymundo, éste no le contestó. Fue así que inició la búsqueda de los menores e incluso, la mujer acudió ante la Fiscalía General del Estado para reportar los hechos, pero al exponer que su exesposo es quién había pasado por ellos, la situación no generó mayor preocupación para las autoridades.

Horas más tarde, el cuerpo de Raymundo fue hallado pendiendo de un poste de telefonía mientras que los dos infantes fueron ubicados sin vida en el hotel Corintios en San Pedro Cholula, donde el varón solía hospedarse.

Se sabe que todo al parecer ya estaba planeado debido a que antes de viajar a Puebla, el hombre dejó varios recados en su domicilio; pedía que borraran sus redes sociales y que rescataran algunas fotografías de su celular.

Los cuerpos de los menores fueron entregados a su madre desde la tarde del lunes, luego de que se les practicara la autopsia de rigor en la que se estableció que los pequeños fueron ahorcados.