Una mujer asesinó a su hija de año y medio a golpes y aunque pretendía hacerlo pasar como muerte natural, un vecino que iba a donar el ataúd descubrió que la niña presentaba múltiples lesiones. Los hechos ocurrieron anoche en una vivienda de la colonia Tlacaele, en San Andrés Azumiatla, según terminó por confesar la presunta infanticida.
Tras enterarse los vecinos y sabedores que la familia es de escasos recursos, una persona decidió donar esta mañana un ataúd, pero al ver el cuerpo descubrió que tenía huellas de violencia física y por eso no dudó en dar aviso a las autoridades policiacas y ministeriales.
Fue así como más tarde llegaron peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado para tomar conocimiento de los hechos y al entrevistar a la madre, cayó en contradicciones y finalmente confesó el crimen por lo que fue detenida para resolver su situación legal.