Choferes que circulan sobre la 10 Poniente-Oriente son víctimas de un grupo de extorsionadores que operan en pleno Centro Histórico; los agraviados señalan que, incluso, muchos trabajadores del volante han migrado a otras rutas para evitar el famoso “cobro de derecho de piso”, por parte de la delincuencia. Los agraviados piden la intervención de las autoridades.
Luego de un recorrido que realizó este medio por la referida zona y bajo el testimonio de varios conductores de transporte público, se pudo saber que existe un grupo de personas que se dedica a extorsionar a los trabajadores del volante, mediante el pago de una cuota fija diaria.
De acuerdo con los transportistas, dicho grupo está conformado por al menos 20 sujetos, quienes “solicitan” a los choferes un pago de 10 pesos diarios por unidad.
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Si se toma en cuenta que circulan por lo menos 15 rutas conformadas por aproximadamente 20 unidades, las cantidades de dinero recaudado por los extorsionadores son considerables.
Los agraviados comentaron que, cuando inició la pandemia hace más de un año, los delincuentes bajaron la cuota a la mitad, aunque ahora nuevamente aumentó a los mismos 10 pesos.
En este sentido, los afectados refirieron que los hombres, incluso cuentan con una libreta en la que anotan quién ejecuta el pago y quién no.
A decir de algunos testimonios, quien no accede a pagar “el derecho de piso” es golpeado y otras veces despojado de sus pertenencias por los mismos sujetos, incluso, hay antecedentes de que algunos choferes han decidido cambiar de ruta ante las constantes amenazas de las que son objeto.
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Hace alrededor de tres meses, un conductor fue asaltado por los mismos delincuentes, debido a que se negó a cubrir la cuota a plena luz del día. “Saca para la soda”, le exigió uno de los varones, sin embargo, el chofer hizo caso omiso, por lo que el hampón llamó a otra persona por teléfono y le dijo: “Ahí va”, -y señaló el número de unidad-. Unas calles adelante, el transportista fue interceptado por tres sujetos, mismos que lo sometieron y le robaron su celular y cerca de 120 pesos, pues era su primera vuelta, dijo un conductor del transporte público.
La misma fuente confesó que en alguna ocasión, uno de los choferes arrastró a uno de los extorsionadores a bordo de la colectiva, cuando pretendía descender de la unidad y después de amenazarlo con el cumplimiento del pago, no obstante, el ladrón sólo resultó con algunas heridas y el trabajador pudo escapar del sitio.
Finalmente, los choferes de transporte público piden una revisión de las autoridades competentes en la zona, para que se detengan las extorsiones y puedan continuar laborando de manera ordinaria.