La exdirectora del bachillerato Hermanos Serdán de Puebla y sus dos hijos, quienes agredieron a la periodista Sara Solís el pasado 22 de febrero, deberán cumplir con trabajo comunitario, pagar gastos médicos y ofrecer una disculpa pública a nivel local y nacional, según lo dictado por un juez federal que los consideró responsables de los delitos de robo con violencia y coartar la libertad de expresión.
Al respecto, la agraviada en entrevista para El Sol de Puebla estimó que esta resolución judicial no solo es un hecho histórico para la prensa poblana, sino también un parteaguas para que los comunicadores denuncien las agresiones de las que son víctimas.
Sara Solís, quien labora para una radio local, comentó que fue hace quince días cuando se llevó a cabo la última audiencia en contra de Alma C., Jorge T. y José T. Durante el acto jurídico, los agentes del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) aportaron diversos datos de prueba, desde grabaciones hasta testigos de los hechos.
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Con lo anterior, más la argumentación de los fiscales Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, Mario Omar Guevara Martínez y Rodrigo Silva Chávez, el juez resolvió a favor de la comunicadora, ordenando que los acusados deberán de proceder a la reparación del daño en cuanto a gastos médicos, pero también deberán realizar trabajo comunitario y ofrecer una disculpa pública a nivel local y nacional.
En este sentido, la periodista señaló que a través de su abogada tiene conocimiento de que los imputados ya preparan su disculpa pública, pues de no cumplirse todo lo ordenado por el jurista el proceso legal atraído por la Procuraduría General de la República (PGR) deberá de reanudarse.
Ante la resolución emitida por el togado, Sara Solís -con 25 años de carrera periodística en el estado-, consideró que se hizo justicia ya que no se deben de vulnerar los derechos de los periodistas, quienes, dijo, a diario se arriesgan en el cumplimiento de su labor, cuyo único objetivo es mantener informada a la ciudadanía.
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“Fue muy importante el apoyo de todas las asociaciones de periodistas locales y nacionales, se trató de una labor conjunta en la que se demostró que no debe haber o existir abuso por parte de quienes tienen el poder. Yo denuncié porque no quiero que se repitan más casos como este contra cualquier periodista, yo estaba haciendo mi trabajo”, comentó la agraviada, quien señaló que este hecho es un parteaguas para que otros compañeros del gremio denuncien, porque muchas veces son agredidos pero no denuncian.
Cabe recordar que fue el pasado 22 de febrero cuando la comunicadora realizaba una transmisión en vivo respecto a irregularidades y problemas en el proceso de inscripción en el citado bachillerato, en ese instante, Sara Solís, frente a sus colegas de otros medios, fue agredida en el pómulo y despojada de su teléfono celular, desatándose los empujones y amenazas contra otros comunicadores.
El hecho trascendió no solo a nivel local, sino también nacional, por lo que incluso la directora del plantel educativo fue separada de su cargo.
