Un televisor y una bocina portátil es por lo que la noche del pasado 15 de junio, un grupo de hampones asesinó a Cristopher N, de 19 años de edad, estudiante de Estomatología de la BUAP, durante un asalto a la taquería de su padre ubicada en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán en la ciudad de Puebla. Aunque en días recientes algunos sospechosos fueron detenidos, ninguno fue reconocido como partícipe de los hechos.
Por lo anterior, las investigaciones y la búsqueda de los presuntos responsables, continúa por parte de las autoridades ministeriales, quienes aún no tienen avances en el caso.
“Hasta el día de hoy no nos han dicho nada. No sabemos cuántos fueron, la gente, los vecinos simplemente por no meterse en problemas dice que no vio nada. Fue un asesinato, cómo es posible que la gente no diga, no se mueva. Yo decía que aquí no pasaba nada pero hasta que no nos ocurre las cosas a nosotros, es como vemos de cerca la inseguridad que hay en este pueblo, donde hay gente que se dedica a delinquir”, desde su casa y frente al altar en honor a Cristopher, comentó para El Sol de Puebla la madre del joven ultimado la semana pasada.
A punto de romper en llanto, la madre del universitario recordó que su hijo era una persona muy alegre, tranquilo y cuyo sueño, además de terminar la universidad, era trabajar duro para tener dinero, comprar una casa e irse junto con su familia, no solo de San Pablo Xochimehuacán sino también del estado de Puebla, ante los niveles de inseguridad que se viven día a día.
“Fue un chico muy feliz, nunca le faltó nada, no era problemático, estudiaba el segundo cuatrimestre de Estomatología en la Buap. Quería ayudar a sus hermanos, quería dejar la colonia e irse a vivir a otro lugar. Me decía ‘mami lo primero que vamos a hacer es irnos del pueblo con mis hermanos a un lugar más tranquilo’ pero yo le decía que a dónde si todo estaba igual”, narró la entrevistada poco antes de iniciar los rezos en memoria de su hijo, a quien hoy recuerda con una foto y la música que le gustaba.
A una semana de lo ocurrido al norponiente de la ciudad de Puebla, la familia de Cristopher pide la ayuda de la gente y que quien haya visto algo que ayude a dar con el paradero de los homicidas, aporte la información necesaria a las autoridades, pues lo único que piden es justicia, que los culpables sean detenido y paguen con cárcel, ya que ninguna cantidad de dinero les devolverá al joven entusiasta y trabajador.
“Su música y el saber que él era muy alegre, es lo único que me queda de mi niño, fue algo horrible, ese día entró el papá de mi hijo con la playera llena de sangre, me dijo que había sido un asalto, me gritó dos veces: ¡está muerto!, ¡está muerto!, yo le pregunté quién y me respondió que Cristopher estaba muerto, que fue un asalto, que él solo había tratado de bajar la cortina, le dieron un escopetazo en el pecho, otro de mis hijos incluso escuchó el disparo, se llevaron una pantalla que estaba empotrada arriba del refrigerador y una bocina portátil”, con un nudo en la garganta narró la madre del fallecido.
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