Un ajuste de cuentas entre narcomenudistas es la principal línea de investigación que se sigue en torno al caso de las tres personas asesinadas y halladas dentro de un vehículo abandonado en la colonia Ampliación Álamos, el lunes pasado. Fuentes policiacas dieron a conocer que aunque ya se tienen identificados a los probables responsables, estos se encuentran prófugos.
Fuentes extraoficiales indicaron que el vehículo Ford, tipo Mondeo, de color blanco y placas de Tlaxcala en el que dejaron abandonadas a las víctimas, tenía las metálicas sobrepuestas, por lo que las autoridades presumen que era por actividades ilícitas en las que habrían estado implicados los ahora occisos.
Como este medio lo informó en su momento, el lunes por la mañana, vecinos de la Calle 4, a la altura de la barranca, a unos metros del puente llamado “Campo de Tiro”, en esta colonia al oriente de la ciudad, se percataron que había un auto abandonado con varios impactos de arma de fuego y dentro, en el asiento trasero, estaban dos cuerpos, el de un hombre y una mujer.
Fue por ello que poco después llegaron varias patrullas de las policías municipales y estatales, y tras confirmar lo dicho, acordonaron ampliamente la zona. También se presentaron paramédicos de SUMA y constataron que los cuerpos estaban sin signos vitales, por lo que luego se retiraron.
Más tarde llegaron agentes estatales de investigación de la Décima Comandancia, quienes al hacer una inspección más detallada del vehículo, localizaron un tercer cuerpo dentro de la cajuela: se trataba de otro varón.
Cuando se realizaban las diligencias del levantamiento de los cadáveres, se presentaron varias personas, que dijeron se trataba de sus familiares que estaban desaparecidos desde el pasado domingo.
Revelaron que eran comerciantes de “piratería” en el mercado Morelos y que al terminar sus actividades, se fueron a ingerir bebidas embriagantes por inmediaciones de la colonia Lomas 5 de Mayo, donde tuvieron un altercado por no quererse quitar su vehículo que obstruía la cochera de una casa.
Desde ahí los dejaron de ver y fue hasta el día siguiente que apareció el Mondeo rafagueado; por lo que se presume que fueron “levantados” y abandonados en ese sitio.
Aunque el vehículo tenía 29 impactos de arma de fuego de grueso calibre, de rifle AR-15, se presume que los comerciantes fueron asesinados en otro lado, tras ser torturados, pues los cuerpos presentaban varias heridas en el cuerpo, además de los disparos hechos con armas largas.
Aunque todavía no se revela el grado de parentesco de cada uno de los finados, se confirmó que eran familiares y están identificados como Amadeo N (militar retirado), de 40 años de edad; Janet N, de 46 años y Francisco Javier N, de 20.
La fuente consultada reveló que las autoridades ministeriales ya tienen algunos indicios de que los homicidas se dedican al narcomenudeo, por lo que se espera que de un momento a otro puedan ser aprehendidos.
