Aunque el día de ayer se reactivaron las visitas para los internos del Centro de Reinserción Social de San Miguel, algunas familias no pudieron ingresar ante las medidas restrictivas del penal.
La Secretaría de Seguridad Pública indicó que las visitas iniciarían a las 9 de la mañana y finalizarían a las 15:00 horas, a partir de este miércoles y hasta el próximo domingo 6 de junio -día de las elecciones-.
En este sentido señalaron que por disposición gubernamental sólo se permitiría un aforo de visita familiar del 30 por ciento.
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Asimismo, se restringió la entrada a familias completas y sólo se dio acceso a una sola persona por cada interno; el alimento pudo ser ingresado únicamente en cantidades moderadas y no se permite entrar a menores de edad.
La tarde de este miércoles 2 de junio se reabrieron las puertas del penal estatal de Puebla, lugar hasta donde llegaron decenas de familias conformadas por mujeres, hombres y hasta niños, para poder ver a los reclusos, ya que desde inicios de la pandemia tuvieron que ser interrumpidas para evitar contagios por Covid-19.
A pesar de que varios grupos de personas pudieron entrar sin mayor complicación al Cereso, hubo quienes vieron frustrada su intención de ver a sus consanguíneos por diversas cuestiones.
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Uno de ellos fue el caso de la señora Jobita, quien acompañada de su nuera Claudia, pretendía visitar a su hijo, sin embargo, las autoridades le negaron el acceso, bajo el argumento de que rebasaba los 60 años de edad, incluso, a pesar de que ya fue vacunada desde hace algunos meses. “Sólo le venía a dejar unos centavos a mi hijo, ahora no dejan pasar tampoco a mi nuera y no tengo con quien mandarle las cosas”, comentó Jobita.
El rechazo provocó las lágrimas de Jobita, debido a que sólo vio a su hijo una vez, cerca de cinco minutos en la zona de los locutorios, desde que inició la cuarentena, por lo que este miércoles era un día importante para ella, que no pudo realizarse. “Siento feo de que no voy a poder ver a mi hijo, tanta gente que viene de lejos ¿y la regresan?”.
De igual forma, la familia de Norberto y María del Carmen, quienes se encuentran tras las rejas desde hace un mes y medio se quedó con las ganas de abrazar a sus familiares, pues únicamente pudo acceder Patricia, la hermana de María del Carmen. “Nosotros ni sabíamos de las visitas, sólo porque me avisó mi hija, ya cuando llegamos aquí ni nos dejaron entrar”, dijo la señora Ofelia, mamá de la reclusa.
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Finalmente, Judit tampoco pudo ver a su esposo, ya que era la primera vez que lo visitaba en el penal de San Miguel, no obstante, las autoridades hicieron de su conocimiento que debía presentar un acta de matrimonio y un examen médico; Judit aseguró que tramitaría los documentos y regresaría en los próximos días para ver a su pareja.
Fue así como desfilaron alrededor de 250 personas en un lapso de cuatro horas en el cereso de San Miguel, buscando la oportunidad por reencontrarse con sus queridos, aunque no fue posible para todos.