“Era una mujer alegre, llena de energía, siempre estuvo al pendiente de sus hijos y de todos sus familiares, tenía unas alas muy grandes, pero se las cortaron el día que la asesinaron”, así recuerdan a Judith Abigail, quien cumple este 16 de enero 5 meses desde que fue hallada sin vida. Hasta el momento no hay culpables de su feminicidio.
"Abi" tenía 28 años de edad, un hijo de 2 y una hija de 14 años de edad, siempre irradiaba felicidad y tenía muchos sueños, entre ellos ver crecer a sus hijos y darles una buena educación, pero ese sueño nunca se concretó. El 8 de agosto del 2019 fue reportada como desaparecida cuando salió a practicar tiro con un “amigo” Eduardo N, en San Baltazar Torija; para el 16 de agosto su cuerpo fue localizado en una barranca a 5 minutos del penal de San Miguel.
Su hermana Ivana compartió que esta fecha les causa dolor, pero también los impulsa para seguir exigiendo justicia, ya que al día de hoy no hay ningún avance de la investigación; aunque Eduardo N, fue el único que estuvo con Abigail ese día, las autoridades no han hecho nada para procesarlo, incluso está desaparecido.
“Me cuesta mucho trabajo poder hablar, es el dolor más grande que he sentido en mi vida, nos la arrebataron de la peor manera, nos destrozaron el alma y el corazón. Era una mujer que tenía una vida por delante, muchos sueños y metas que cumplir, tuvo que volar con sus alas rotas y mucho dolor al dejar a sus hijos y su familia, ninguna mujer merece que le quiten la vida, es lamentable todo lo que está pasando”, compartió Ivana.
En entrevista con El Sol de Puebla, la hermana de Abigail compartió que el tiempo sigue pasando, pero no hay nada esclarecido, la última vez que tuvo acercamiento con Gilberto Higuera Bernal, encargado de despacho de la Fiscalía General del Estado (FGE) fue en noviembre del año pasado y le pidió que tuvieran paciencia ya que estaban recopilando algunas pruebas. Al no ver resultados, la primera semana de enero pidió nuevamente a Higuera Bernal una cita, pero quedaron de avisarle el día para la reunión.
“Sentimos mucha impotencia y tenemos miedo de que el caso lo sigan alargando, a veces sentimos que ya lo olvidaron. Ella iba con una persona y él sigue vivo, libre y realmente no sé en qué camino va la investigación. Queremos justicia, era muy carismática, tenía muchos amigos, siempre sonreía y no se merecía morir así”, agregó.
Ivana y su familia no solo quieren justicia para el caso de su hermana, sino para todos los feminicidios que se han registrado en el estado.
“Mi sobrino es un bebé, pero la sigue buscando y mi sobrina está bien dentro de lo que cabe, pero de repente le gana el sentimiento, le da coraje, indignación, a veces se enoja con Dios, le pregunta por qué se la llevó si le hace mucha falta". concluyó.