Un menor de 12 años que se desempeñaba como vendedor de golosinas y cobrador de pasaje de la ruta Beca, perdió la vida tras caer de forma accidental del microbús donde trabajaba.
El lamentable deceso se registró la tarde del martes sobre la carretera federal Puebla-Tehuacán en el kilómetro 048+000 a la altura del paraje El Pronace, cuando una llamada telefónica al número de emergencias 9-1-1, puso en alerta a los cuerpos de emergencia sobre una persona atropellada.
Al lugar se apersonaron elementos de la Policía Municipal, así como paramédicos para brindar los primeros auxilios a la persona, sin embargo, nada pudieron hacer para mantener con vida al infante, quien fue declarado muerto a causa de un posible traumatismo craneoencefálico.
Asimismo, el cuerpo del niño que era conocido como “El Chicles” fue cubierto con una sábana; por su parte los uniformados abanderaron la zona para llevar acabo las diligencias de levantamiento del cadáver.
De acuerdo con los datos recopilados, el hoy finado viajaba a bordo de un microbús marca Internacional Navistar de la línea Beca con ruta Tehuacán-Tepeaca, cuando sufrió una aparatosa caída de la puerta delantera de la unidad, que le costó la vida.
El microbús quedó a disposición de las autoridades pertinentes para dar paso a una carpeta de investigación.
LA HISTORIA DEL PEQUEÑO URIEL
Con el nombre de Uriel N., de tan solo 12 años de edad, vecino de Tepeaca, fue identificado el niño vendedor de golosinas y cobrador de pasaje apodado "El Chicles".
De acuerdo con el testimonio de pasajeros, el menor resbaló de los escalones de la unidad en la que prestaba sus servicios.
La caída le provocó la muerte de forma trágica, al sufrir un traumatismo craneoencefálico severo, a pesar de la llegada de los paramédicos, nada pudieron hacer para mantenerlo con vida, por lo que fue declarado clínicamente muerto.
Amigos y conocidos dieron a conocer que Uriel había dejado estudiar la primaria durante este ciclo escolar para ayudar a su madre con el sustento de la casa vendiendo golosinas en las rutas locales, por lo que fue apodado "El Chicles", ante sus ganas de salir adelante en la vida.
El menor logró conseguir un trabajo como cobrador de pasaje, donde se desempeñaba de buena manera y con entusiasmo, hasta el día de su muerte. Su fallecimiento conmocionó a amigos y conocidos, se espera que en las próximas horas se lleve a cabo el cortejo fúnebre en el municipio de Tepeaca, de donde era originario.