Violencia física, emocional y económica es la que Maribel N, de 39 años de edad, sufrió por casi una década a manos de su esposo y ahora presunto feminicida, quien según las primeras pesquisas, tras una discusión, la ahorcó el pasado fin de semana en su domicilio del fraccionamiento Misiones de San Francisco, en el municipio de Coronango. Los familiares de la víctima piden que la muerte de Maribel no quede impune y que el sospechoso, quien hasta ayer seguía a disposición del agente del Ministerio Público, no obtenga su libertad.
Afuera de la capilla donde los restos de Maribel fueron velados, uno de sus hermanos contó todo el calvario que la mujer sufrió, y qué tal vez, por temor o amenazas, nunca se atrevió a contárselos como familiares ni tampoco a denunciar ante el agente del Ministerio Público. Fue hasta ahora cuando vecinos revelaron los episodios de violencia intrafamiliar.
“Maribel era golpeada por este sujeto, los vecinos incluso eran testigos de esta situación, ahora que fui a la casa de mi hermana, los vecinos me contaron todo eso; aseguraron que el sujeto sacaba a los niños, porque mi hermana tenía dos, la niña de 20 y un joven de 26 años de edad, para que no vieran cómo maltrataba a la mamá. Era un vividor, todo lo quería para él”, contó el entrevistado, el cual aseguró que Javier N le quitaba el dinero a su hermana para él comprarse ropa, zapatos, entre otras cosas.
De igual forma el deudo relató que Maribel trabajaba en una proveedora de Volkswagen, llevaba diez años con Javier, el cual primero trabajó como conductor de Uber y posteriormente como chofer particular. Aunque fue una década de maltrato y violencia, hasta ahora se enteraron de la situación.
Pese a que el día domingo Javier intentó simular que su esposa se había suicidado, el crimen del sujeto quedó al descubierto al caer en contradicciones.
“Estamos pasando por una situación tan desagradable, quisiera que se castigue al culpable, el día domingo a las 5 de la tarde recibí una llamada de Javier, me dijo que mi hermana se había quitado la vida ahorcándose, por lo que le referí que tenía que llamar a la ambulancia; cuando yo llegué ella ya estaba muerta. Él después admitió que había discutido con mi hermana y que le había pegado”, narró el doliente.
Aunado a lo anterior, la hija de Maribel, una joven sordomuda de 20 años de edad, fue testigo del asesinato de su madre.
“Una persona que vio los hechos es su hija de 20 años, la cual es sordomuda, estaba inconsciente; después de ser atendida en la ambulancia ella bajó llorando y luego, luego empezó a señalar al padrastro como responsable de golpear y asesinar a su madre”, aseguró el declarante el cual incluso refirió que el día de los hechos, el agente del Ministerio Público les pidió un intérprete y un traductor.
“El Ministerio Publicó el día que tomó el caso nos pedía un intérprete y un traductor, los cuales ellos tenían la obligación de proporcionar, me imagino que por el día y la hora no lo tenían. Nosotros conseguimos a unas personas que no están certificadas pero entienden el lenguaje de señas para que ella pudiera declarar en ese momento; cuando ellos pusieron a una persona certificada nos dimos cuenta que en realidad querían confundirla y cambiar la versión de los hechos”, acusó el deudo, el cual sólo pide justicia para su hermana.
En tanto, los restos de la víctima ayer fueron velados para que este día finalmente sean llevados a camposanto.
Por su parte, la Fiscalía General del Estado de Puebla informó que la dependencia ha brindado apoyo y acompañamiento a la testigo a través del área de Derechos Humanos de la Institución acercándole incluso un intérprete en lenguaje de señas para su declaración. Mientras que la situación jurídica del presunto responsable está por definirse ya que continúa con diversas diligencias.
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