El hombre asesinado, cuyo cuerpo fue abandonado en el camino a San Miguel Espejo el sábado pasado, fue identificado y ahora se sabe que se dedicaba a la recolección de chatarra y le apodaban “El Chapito”, por su forma de vestir y su veneración a Jesús Malverde, el santo de los narcos.
El ahora occiso, de 31 años, respondía en vida al nombre de Ricardo y era vecino de San Mateo Mendizábal, junta auxiliar del municipio de Amozoc de Mota; su cuerpo fue encontrado a orillas de la carretera principal que conduce a la inspectoría que precisamente se encuentra en límites de Amozoc y la ciudad de Puebla.
El o los asesinos abandonaron el cuerpo la madrugada del mencionado día; fue alrededor de las 7 de la mañana, cuando unos campesinos que pasaban por esa zona, se dieron cuenta que había un cuerpo tirado y aparentemente la persona estaba muerta.
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De inmediato dieron aviso a sus autoridades y poco después llegaron al sitio policías municipales de Puebla, quienes al inspeccionar a la víctima, observaron que la víctima tenía un impacto de bala en la cabeza.
Más tarde se presentaron peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado para encargarse de las diligencias del levantamiento de cadáver.
Personas que llegaron al sitio, en vehículos de reciente modelo, aseguraron ser los familiares, pero no les permitieron ver el cuerpo y debieron hacerlo de manera formal en el anfiteatro, donde finalmente confirmaron que se trataba de quien en vida se llamaba Ricardo, alias “El Chapito”.
Al momento se desconocen los motivos del homicidio, pero fuentes policíacas presumen que tiene todas las características de un ajuste de cuentas.
Ricardo vivía en Mendizábal y ahí mismo tenía sus negocios de compra-venta de chatarra; le gustaba vestirse de vaquero, era afecto a las bebidas embriagantes y de ropa de marca.