Al grito de “aumento, aumento...”, más de un centenar de policías estatales se encuentran afuera de Casa Aguayo, para exigirle al gobernador Miguel Barbosa que dialogue con ellos y no con desconocidos, sin embargo, en la sede del Poder Ejecutivo nadie salió a recibirlos y mucho menos a darles una respuesta luego de que rechazaran el supuesto acuerdo de un incremento salarial del 14 por ciento.
Los uniformados salieron en marcha desde la dirección general en Analco, con la intención de dar a conocer que aún siguen en paro laboral indefinido, hasta que lleguen a una negociación a mesa abierta.
Los inconformes resaltaron que no quieren que haya funcionarios de Chiapas y al grito de “fuera chiapanecos” exigieron su renuncia, pues aseguran que dentro de las filas de la policía hay elementos con capacidad para ocupar cargos directivos.
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Bajo los rayos del sol, más de 300 policías marcharon desde la 9 oriente y 16 sur a la zona de El Alto, donde esperaban ser escuchados por representantes del gobierno de Morena, incluso por el propio gobernador, pero esto no sucedió.
SE QUEDAN SIN RESPUESTA DE AUTORIDADES ESTATALES
Tras 20 minutos plantados afuera de Casa Aguayo, los elementos se retiraron ya que no fueron atendidos por algún funcionario. Ante ello, los uniformados se regresaron para continuar con el paro laboral en la Dirección General.
Durante su presencia afuera de las instalaciones estatales, los policías resaltaron dos actos: el primero, fue alzar los brazos para mostrar que no portaban armas y el segundo, fue emitir un minuto de aplausos para los cinco uniformados que han muerto contagiados por Covid-19.
La exigencia desde las primera horas del martes es homologación de salario al de los policías municipales, quienes ganan por lo menos 5 mil pesos más que ellos y durante la pandemia han recibido un bono por riesgo.
En medio de esta petición, los gendarmes han mostrado mensajes de whatsapp para evidenciar que el paro podría ser mayor, pero muchos se han mantenido al margen por temor a ser despedidos, pero sobre todo porque han recibido amenazas.