La familia de Zyanya fue repelida de manera violenta por personal de la Fiscalía de Puebla, cuando intentaba ingresar a las instalaciones de la dependencia para exigir que se investigue como un feminicidio y no suicidio, la muerte de la joven que estudiaba su especialidad en Pediatría y que fue encontrada sin vida hace tres años en una vivienda del municipio de San Andrés Cholula.
Fue a empujones y rociados con gas pimienta, como el mencionado personal desalojó ayer por la tarde a los familiares de Zyanya, quienes llegaron a manifestarse acompañados de sus abogados y activistas feministas.
Entre las personas agredidas estaba la señora de la tercera edad, Irinea Buendía, madre de Mariana, quien tras su asesinato sentó bases para que a nivel nacional se estableciera el protocolo para investigar las muertes violentas de mujeres en razón de género.
También fueron sacados a empujones el padre y hermano de Zyanya, ambos de nombre Martín, la madre María Patricia, entre otras activistas feministas que trataban de impedir la agresión del personal de vigilancia de la Fiscalía.
“Así nos tratan a las víctimas en la Fiscalía de Puebla”, corearon después del zafarrancho los familiares, activistas y abogados que se encadenaron en el enrejado de la dependencia de manera indefinida, solicitando ser atendidos por el fiscal general Gilberto Higuera Bernal.
Entre los agraviados, alrededor de unas 30 personas, la mayoría mujeres, tuvieron que comprar refresco para lavarse el rostro, después de quedar afectados por el gas pimienta que les rociaron los hombres que resguardaban la entrada principal de la Fiscalía, en Bulevar 5 de Mayo y 31 Oriente de la colonia Ladrillera de Benítez.
Aunque se solicitó una postura sobre la agresión ocurrida a las puertas de sus instalaciones, al cierre de esta edición la Fiscalía General del Estado no había emitido ningún posicionamiento.
SUICIDIO O FEMINICIDIO
Zyanya llegó a esta ciudad procedente de México en el año 2017, para estudiar su especialidad en Pediatría haciendo prácticas dentro del Hospital del Niño Poblano, por eso rentó una vivienda cercana al nosocomio, específicamente en el Fraccionamiento Real de Zavaleta, donde a los pocos meses otra amiga de trabajo le rogó para que compartieran el domicilio y ella de buena caridad aceptó.
Esa mujer de quien al momento han reservado su identidad, fue quien el pasado 15 de mayo de 2018 reportó el hallazgo del cuerpo atado del cuello con un lazo de Zyanya.
Al llegar peritos y agentes ministeriales agregaron que se encontró un recado póstumo y más adelante el resultado de la autopsia asentó como causa de muerte el suicidio.
No obstante los familiares a lo largo de estos 3 años aseguran que fue un feminicidio y piden que se siga investigando.
Incluso ayer por la mañana, cuando por orden judicial ya se iba a entregar la casa a los dueños, llegó el mismo grupo de familiares y conocidos que más tarde fueron agredidos en la Fiscalía, para impedirlo, aunque no se presentó ninguna autoridad.
El motivo, dijeron los familiares de Zyanya, era que aún puede haber evidencias adentro y servirían para seguir indagando lo que ellos creen se trató de un feminicidio.
También aseguró la familia de la víctima que cuentan con un amparo que ganaron hace 2 semanas donde un juez federal ordena al juez penal del proceso para que vuelvan a analizar el caso y se determine si en realidad fue un suicidio o realmente debe investigarse un feminicidio.