Un calvario que aún no termina, es lo que sufre Grisel MorenoCampos, quien sin poder hacer nada, vio cómo los delincuentes queentraron a robar a la empresa SEGO, se robaban a su bebé y huíancon rumbo desconocido la tarde del pasado lunes, día desde el cualel pequeño Mario Sepúlveda Moreno, de tan sólo nueve meses denacido, sigue sin ser localizado así como los dos sujetos queescaparon con él en brazos.
En entrevista para El Sol de Puebla, la madre del pequeño,contó de qué forma ocurrieron los hechos en la empresa dondetrabaja, el sufrimiento por el que pasó y la angustia que sientecrecer junto con su esposo, el señor Mario Sepúlveda Gómez, alpasar los días y no saber del paradero del menor.
Grisel relató que fue aproximadamente a las 12:30 horas, cuandopor la puerta principal, entraron dos sujetos y preguntaron por elcosto de la renta de una de las máquinas en exhibición. En eseinstante, aseguró, en la oficina solamente se encontraba ella yotro compañero, mientras que un tercer trabajador estaba en elárea destinada como taller.
“Dos tipos entraron a la oficina donde laboro, estaba micompañero y yo en la oficina, él hablando por teléfono y yotrabajando, otro más estaba en el taller. Entran los dos tipos,yo me levanté y le comenté a mi compañero que entraron dospersonas. Fui a atenderlos desde la oficina, a mi bebé yo lotenía en la carriola durmiendo, me acerco con ellos y me dicen:¿cuánto por la renta de la máquina?, yo le dije, cuál, lagrande?”, contó.
Fue en ese instante, a decir de Grisel, cuando los sujetossacaron el arma y le apuntaron para someterla, al igual que a sucompañero que hablaba por celular: “mi compañero estabahablando por celular y le dicen que tire el teléfono junto con lasllaves que tenía en la mano, las suelta y nos dicen que nos demosla vuelta que caminemos hacia un cubículo que parece comedor, enese momento nos acuestan y nos empiezan a revisar, nos dicen queles demos el dinero, les respondemos que no tenemos dinero, nosdicen que nos callemos y nos apuntan”, relató la madre delmenor.
Ante la situación, el compañero amagado por los delincuentes,les suplicó que no le hicieran nada a su compañero, pero enrespuesta, los amantes de lo ajeno le volvieron a apuntar altrabajador, indicándole que se callara: “le apuntaron en laespalda con el arma, se pusieron a revisar las pañaleras que todoel tiempo y todos los días cargo conmigo, nos taparon la cara conlos suéteres y se fueron a la oficina donde tengo a mi bebé; enese momento escuché cómo lloró mi hijo”, contó.
Angustiada por su hijo, la mujer comenzó a gritar: “mi bebé,mi bebé”, pero a pesar de la angustia de la trabajadora, a losladrones les importó muy poco y se llevaron consigo al menor deedad. Cuando ella fue ayudada por su tercer compañero, y salióa buscar ayuda, ya nada pudo hacer, ni los despachadores de lagasolinera de Chachapa, ni los trabajadores del hotel o de lastiendas que se ubican ahí cerca, supieron dar razón de losmaleantes. Desde entonces, comenzó el sufrimiento para esta parejade esposos que prácticamente han dejado su trabajo y actividadesnormales para dedicarse a buscar a su hijo.
Y es que señalaron que al momento, la Fiscalía General delEstado (FGE) no les ha dado a conocer avances sobre la búsquedapor lo que han decidido extender su solicitud de apoyo por parte dela sociedad, a través de redes sociales, pegando hojas enparaderos, unidades del transporte público y por todos los mediosa su alcance, Grisel Moreno Campos y Mario Sepúlveda Moreno,solicitan la ayuda y la solidaridad de quien tenga informaciónsobre su hijo.
“Ayúdenos por favor, por lo que más quieran, los que somospadres, sabemos que nuestros hijos nos duelen. Esto es muydesesperante, estamos siendo fuertes pero por favor ayúdenos, estoduele mucho. Al gobierno le estamos rogando que nos ayude aencontrar a Mario”, concluyeron los padres del pequeño, quienesponen a disposición, los número 01 800 00 85 400 y 01 222 2117800 extensión 3030.
https://youtu.be/jIFtIyX1mn4