Desde Puebla alzamos la voz en contra de la violencia política en razón de género, y manifestamos que no se debe permitir que se atente en contra de los derechos, integridad y dignidad de las mujeres, como lo ha hecho la gobernadora de campeche, Layda Sansores con comentarios nefastos que no sólo lastiman y violentan a las diputadas priistas, sino a todas las féminas.
Las y los mexicanos nos hemos enfrentado al paso de la historia en hacer revoluciones ideológicas para hacer valer nuestras garantías individuales, que han fructificado en avances sin precedente que no deben perderse, por el contrario, hay trabajar todos los días por fortalecerlos.
La violencia política hacia a las mujeres y funcionarias se debe combatir y no alentar, mucho menos por una mujer. La gobernadora ejerció violencia política de género al hacer del conocimiento público que se encuentra en posesión de fotografías de índole sexual que fueron obtenidas de manera ilegal.
La intimidad de las mujeres está protegida por la Ley Olimpia, que castiga a toda persona que acose y distribuya material audiovisual de una mujer sin su consentimiento. En México, 11 mujeres al día mueren por violencia feminicida, por lo que hoy más que nunca debe impedirse que se reproduzca desde el poder.
El Partido Revolucionario Institucional es aliado de las mujeres y una plataforma en la que sus voces se escuchan fuerte, siempre con el respaldo de la dirigencia nacional y de la militancia para enfrentar este acoso hasta donde tope.
Como ejemplo de ello, fuimos los primeros en hacer una real inclusión en los cargos de elección popular con respecto a paridad de género, fortalecimos la capacitación para las mujeres en la ciencia política y somos impulsores en resguardar sus derechos políticos.
Por esta razón, acompañamos a compañeras priistas y directivos del PRI estatal, a la presentación de una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Puebla (CEDH) en contra de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
La bancada del PRI en la Cámara de Diputados seguirá pugnando por leyes que promuevan el respeto y fortalezcan los derechos de las mujeres y para que, de una vez por todas, se ponga un alto a este tipo de acoso desde el poder.
