La expulsión de Pedro Aquino por la rigorista segunda tarjeta amarilla que provocó su expulsión en el minuto 36 y desató la molestia de su técnico Rafa Puente al final del partido, y más tarde el empujón del “Maza” Rodríguez contra un aficionado que le reprochaba su bajo rendimiento, terminaron desviando la atención de lo que en sí marcó la derrota de los Lobos contra las Chivas el sábado anterior.
Una vez más, una falla bajo los tres postes provocó que a los Lobos se le fueran tres puntos de oro en el estadio Universitario, y se mantengan todavía en la tablita en la lucha por la permanencia en la Liga MX.
Sí, ese remate en el minuto cuatro del joven Macías que marcó la diferencia, parecía que Jorge Villalpando, cancerbero de los Lobos, podía hacer más, pero el balón termina doblándole las manos y se siguió hasta el fondo de las piolas.
Una vez más, la inseguridad de bajo de los tres palos termina costando el resultado a los Lobos, y lo triste es que Rafa Puente se siguió muriendo con la experiencia de Villalpando, quien ha fallado una tras otra.
SU mala fortuna comenzó en la visita al Morelia donde los Lobos sorprendían 1-0 a Monarcas, y una falla del arquero capitalino provocó el tanto del empate y por ende la reacción de los locales para darle la voltereta al partido.
La historia se repitió frente a los Xolos de Tijuana.
El partido se encontraba 0-0, cuando Villalpando atacó mal un disparo lejano, y el balón que picó antes del arquero, le hizo el bite trágico y se fue al fondo de las mallas.
Con ese gol, los Xolos se adueñaron del partido y terminaron venciendo 3-1 a los universitarios.
Y lo mismo sucedió el sábado contra Chivas, en un partido vital para dar un paso más rumbo a la salvación.
El remate de Macías fue extraordinario, pero a decir de especialistas que alguna vez fueron arqueros, Villalpando en lugar de intentar quedarse con el balón debió irse por la fácil, rebotar con los puños para tratar de alejar el peligro.
No fue así. El remate terminó doblándole las manos y desató el único grito de gol en todo el partido.
Lamentablemente Puente no tiene mucha tela de donde cortar.
Se dice que Lucero Álvarez no se encuentra a plenitud; que Toño Canales también ha fallado cuando se le requirió en la Copa, y lo único que le queda es apostar a la experiencia de Villalpando.
Sin embargo, esa inactividad que mantuvo a Villalpando al bordo del retiro, incluso ya probando su nueva faceta como comentarista, parece que terminó pesándole al cancerbero capitalino, que llegó a Lobos como emergente en el torneo anterior después de la lesión que sufrió Álvarez en el duelo contra Querétaro, apenas en las segunda fecha del Apertura 2017.
Una situación que no deja de ser preocupante, ya que cuando un portero te brinda la solidez y la seguridad en la zona final, hay más oportunidad de lograr con mayor frecuencia los resultados positivos.
Y más también cuando se sabe claramente que la zona baja de Lobos tampoco es una de las más confiables.
Ya a estas alturas, a Rafa Puente no le queda otra que jugársela con lo que tiene. Seguir apostando por la experiencia de Villalpando, y que en las últimas seis jornadas después el arquero que fue hace algunos años, o de plano hacer movimientos bajo los tres postes, a partir del duelo del sábado contra León, para buscar cambiar la onza.