“No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se salde”, yel aplazamiento para conocer si Lobos se reforzará con doselementos más venció. Este martes, a decir del propio técnicouniversitario, Rafael Puente del Río, habría humo blanco en elcubil en cuanto al tema de las últimas incorporaciones.
La línea a reforzar, a petición puntual del estratega, es ladelantera.
Pero tras lo visto en el estreno del torneo, donde Lobos empatóa dos con Santos Laguna, el ataque parece no necesitar deretoques.
La línea de tres delanteros que integraron Amaury Escoto, Luisy Julián Quiñones generó peligro constante en el área rival apartir de la explosividad de los dos colombianos; además de buenascombinaciones entre los integrantes del trío.
A los atacantes sólo les faltó el gol, ya que de siete clarasque tuvieron durante el primer tiempo del duelo contra losalbiverdes, apenas embocaron dos.
Por lo que si adelante se necesita algo, sería un hombre gol.Carencia que en teoría cubriría Emmanuel Herrera, delantero de loúltimo que se supo era hacía maletas para viajar a México.
Aunque en el banquillo Puente del Río y Lobos se dan el lujo detener al último campeón de goleo del Ascenso, Diego Jiménez.
Del otro lado de la cancha, en la defensa, La Manada mostróserias carencias a la hora de hacer recorridos, llegar a la marca ocerrar espacios.
La facilidad con la que Santos llegó y convirtió, demostróque en defensa hace falta trabajo o un hombre que sea la vozcantante para ordenar.
Ese hombre por su experiencia debería ser en el cubil enteoría Francisco Rodríguez. Pero el “Maza” jugó por laderecha y el central o último hombre fue César “Loco”Cercado.
Cercado, quien convirtió en central Ricardo Valiño, podríaregresar a su posición original como lateral por derecha haciendoque Rodríguez vuelva a la central. Aunque las piernas, lavelocidad de uno y otro, es hoy lo que explica el acomodo de ambosel sábado.
Tal vez con la vuelta de Orlando Rincón, baja en el debut porlesión, la línea de atrás se reacomodará y luzcirá con mayorseguridad para los próximos encuentros.