Como toda empresa o negocio, “el Puebla debe de ser autosustentable y por dicha razón está obligado a vender” a sus figuras, compartió el viernes el director general del equipo Ricardo Zayas a representantes de los medios en la comida anual de fin de año del club y luego de la salida del uruguayo Christian Tabó hacia La Máquina Celeste de la Cruz Azul.
El directivo cuestionado por la prensa sobre el por qué La Franja semestre a semestre les da salida a sus futbolistas más atractivos, brindó una respuesta detalla al respecto y pidió no pasar de largo “la voluntad” de los jugadores porque al final ellos también piden su salida de la institución en el afán de mejorar económica o simplemente para contar con más opciones de pelear por el campeonato saltando a otro club en mejor posición con relación al conjunto blanquiazul.
“El club debe de ser auto sustentable, generar sus propios recursos para ser operativo. No hay que olvidar que el futbol es oferta y demanda, pero también se trata de la voluntad de los jugadores y de lo que desean ellos en sus carreras o para sus familias”, explicó el directivo.
Si bien la venta de los grandes atractivos de La Franja es uno de los temas recurrentes en el medio y la ciudad desde hace tres torneos cada fin de campeonato, esto también se ha debido a la situación económica forzada por el COVID-19, pues según el vicepresidente de negocios Rogelio Roa, “el club como el resto de los equipos de México y del mundo ha visto disminuido sus ingresos de un 40 a un 45 por ciento, lo cual fuerza a buscar más patrocinadores o en este caso a vender jugadores”, señaló.
SALIDAS CONSENSUADAS
Además, las bajas o ventas del equipo a decir del director de desarrollo deportivo del Puebla Carlos “El Búfalo” Poblete se consultan con el director técnico Nicolás Larcamón.
Por lo tanto, se trata de “salidas programadas que llevan a buscar jugadores de las mismas características o mejores en el mercado a los que se fueron, pero con los recursos con los que contamos”, apuntó Poblete.
“El Búfalo” dio de ejemplo lo sucedido tras el Guardianes 2020 cuando el Puebla negoció al arquero Nicolás Vikonis a Mazatlán y a Bryan Angulo a Tijuana. En cambio aterrizaron en el equipo gente como el propio entrenador Nicolás Larcamón o el portero Antony Silva, de quien poco o nada se sabía en el mercado, pero es hoy un referente de La Franja y en el medio.
“Cuando fue lo de Nico o Bryan Angulo todos nos mataron, pero cuando llegó Nicolás o Antony nadie los conocía y miren qué ha pasado. Pero todos los movimientos han sido consentidos por Nicolás y si sale alguien, debe de venir alguien como el que se fue”, remató el hoy dirigente.
EL DATO
El Puebla salió el sábado hacia Acapulco, donde hará la parte física de su etapa de pretemporada