La mala fortuna persigue al excancerbero de Lobos BUAP, Lucero Álvarez aún en Colombia. El portero charrúa, quien descendió con La Manada durante el Clausura 2018, deberá de purgar una pena de ocho partidos de suspensión en el futbol cafetalero por racismo.
Álvarez, portero del Rionegro Águilas, llamó “negro” a uno de los futbolistas del Once Caldas (Johan Carbonero) en la agonía del partido del pasado 10 de septiembre y correspondiente a la jornada nueve del Clausura.
Las palabras del uruguayo las captó el árbitro central Nolberto Ararat, quien las reportó en su cédula.
El arquero, además de la suspensión, deberá de pagar 31 mil 249.680 pesos colombianos y tampoco contará con acceso a los estadios por la misma causa. Tras conocer el castigo, Álvarez negó las imputaciones.
"Me están acusando de algo que yo no dije, que yo no hice y que yo no soy", dijo al programa Planeta Fútbol de Antena 2 de Colombia.
Aunque el estratega del Once Caldas, Húbert Bodher, indicó lo contrario.
"Lucero cogió a (Johan) Carbonero de ‘negro...’, a insultármelo. Le dije que tiene que respetar. No puede venir un extranjero a maltratarnos. Somos orgullosos de ser negros. No puede venir un jugador grande a maltratar a uno de 20 años. Le exigí respeto. El árbitro estaba presente", apuntó el estratega en la rueda de prensa posterior al partido entre el Caldas y Rionegro.
En dicho partido, Once Caldas se despidió de su invicto al caer 1 por 0.
En Lobos, Lucero Álvarez casi pierde el ojo tras sufrir una fractura de pómulo luego de chocar de forma accidental con Camilo Sanvezzo, delantero de Querétaro, durante la jornada dos del Apertura 2017.
Meses después, con La Manada peleando la categoría, padeció un corte en la ceja por un golpe con Francisco “Maza” Rodríguez cuando ambos hacían por el esférico.
El suceso ocurrió el pasado siete de abril, en la derrota de La Manada 1-0 con Cruz Azul en el estadio Azul.