Para unos son los villanos por las decisiones tomadas en el juego, pero su trabajo es se respeten las reglas “para que todo mundo disfrute de la fiesta del futbol de la manera más sana posible”, como explica el silbante mundialista Miguel Ángel Hernández Paredes en el día internacional del árbitro de futbol a El Sol de Puebla.
Ser colegiado, nazareno o juez es tal vez el trabajo más complicado dentro de la cancha porque en la mayoría de los casos las pasiones se exacerban y se obvia o se olvida el aspecto humano de los silbantes, gente con virtudes y defectos, pero jamás con la intención de afectar a los involucrados, pues a decir de la central Cris Guarneros para “ser árbitro, se debe ser buena persona primero, pues una buena persona es respetuosa, solidaria, comprometida, disciplinada y sobre todo llena de seriedad ante la tarea encomendada”.
Y es que ser árbitro no es labor para cualquiera, más cuando se recibe muchísimo jarabe mandibular proveniente de un monstruo de mil cabezas, pulsando a mil desde el graderío.
“Si escuchas lo que la gente te dice, te terminas enganchando y entonces te terminas equivocando. Y, a decir verdad, así me sucedió al principio de mi carrera; pero hoy soy consciente de que mi trabajo debe de ser el mejor, aunque tampoco estoy exento del error”, comparte Hernández.
“Es más difícil pitar en el sector amateur, pues la gente se mete contigo y no termina de ver con buenos ojos a una mujer silbando. A nivel profesional sabes de la presión de la tribuna, pero en ambos casos te metes tanto en tu trabajo que no escuchas lo que se dice afuera”, secunda Guarneros.
A pesar de las “linduras” o los cuestionamientos de los medios para Hernández resultó sencillo convertirse en juez. Él necesitaba un trabajo para continuar con sus estudios y que tampoco interfiriera con los mismos; aunque hoy esa labor le ha hecho perder momentos importantes con la familia, a quien aprovecha para agradecerles todo su apoyo.
“Sinceramente ser árbitro es el mejor trabajo, lo era cuando estaba en la universidad porque sólo se trataba del fin de semana y lo es ahora porque conoces canchas, estadios y a las estrellas del juego”, indica el mundialista en Rusia 2018.
“Pero también ya ves otras cosas como el perderte de mucha convivencia con tu familia. Al final son ellos quienes siempre están y te apoyan, sin ellos no habría logrado nada de lo que he hecho hasta hoy”, añade.
Para Guarneros todo arrancó por entender las reglas del juego, en la encomienda de entregarle a sus lectores o escuchas la información más completa cuando sus días como periodista.
“En mi caso (ser árbitro) se trató de entender mejor el juego, pues soy periodista de profesión y cuando me dedicaba a eso, me comprometí a entender bien cada uno de los aspectos del futbol, así que comencé con el arbitraje y mírame dónde estoy”, señala la aún novel silbante.
Guarneros y Hernández encontraron a partir de una noble, pero difícil profesión su camino para seguir de cerca al deporte rey, donde sin difícil, aunque importantísima labor, todo estaría patas arriba.
- Se estima que la primera vez que hubo un juez en un partido de futbol coincidió con un 11 de octubre. Por eso los árbitros de futbol de todo el planeta conmemoran esta fecha
- 20 Años de experiencia presume Miguel Ángel Hernández como silbante
- 2 Veces fungió como central Cris Guarneros el semestre pasado dentro de la Liga Femenil MX