Aunque la versión oficial aludió a la no apertura del Cuauhtémoc para el duelo de esta noche entre Puebla y León por el rebrote de casos de COVID-19 en la entidad; otros explicaron la decisión a la pobre venta de boletos, la cual ni siquiera alcanzaba para sacar adelante los gastos de operación del estadio.

Pero El Sol de Puebla preguntó a fuentes allegadas al club para conocer de primera mano cómo pintaba la comercialización de las entradas y éstas le dijeron que por lo menos 2 mil 500 boletos se habían movido gracias al paquete lanzado por el club a comienzos de semana (dos entradas por casi el precio de una); y por los menos otras mil se colocaron “de forma individual, o por un partido”.

Si bien dichos números tampoco proyectaban la mejor entrada en el Cuauhtémoc, a pesar de habilitar el 30 por ciento de su capacidad para esta noche; sí existían motivos para ser optimistas, “pues en últimos años la venta de boletos en el Cuauhtémoc se da el mero día del partido y conforme lo visto, así iba a suceder esta vez también”, reveló la fuente a este diario.

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Ahora bien, el abrir el dos veces mundialista para un partido le cuesta al equipo alrededor de 450 o 500 mil pesos, de esa cantidad se desprenden gastos de luz, agua, servicios de vigilancia, entre otros.

La Franja, o su dirigencia, de acuerdo a los números facilitados apuntaba a ganar en el duelo contra León 210 mil pesos, tan sólo por la taquilla; es decir, casi la mitad de sus gastos de operación por la apertura del estadio y con todos los fanáticos comprando las entradas más económicas (60 pesos). Ahora bien, a esa cantidad se le debe de agregar las ganancias por la venta de esquilmos dentro del inmueble (comida, refresco, cervezas y el cobro a vendedores para permitirles el acceso al inmueble.

Considerando dichos números, el equipo no ganaba, tampoco perdía, pero salía tablas.