Cuatro derrotas en siete partidos y solamente siete puntos sumados de los 21 disputados en el estadio Cuauhtémoc es lo que tiene al Puebla en la penúltima posición de la tabla general y prácticamente sin aspiraciones para avanzar a la liguilla del Apertura 2019.

Para nadie es un secreto que la fortaleza del Puebla siempre ha sido el estadio Cuauhtémoc, pero lamentablemente en los últimos torneos, ya no es igual.

Todavía se recuerdan aquellos choques de domingo a las 12 del día en el escenario poblano, donde la mayoría de los equipos se rendían ante el mejor futbol del cuadro de la Franja.

Quizá influían diferentes factores para que todo fuera diferente: el horario, un mejor equipo y el apoyo de su afición, que los domingos al mediodía registraba las mejores entradas, incluso llegando al lleno cuando venían los grandes como América, Chivas, Cruz Azul y Pumas.

Jugar viernes por la noche ha sido negativo en todos los aspectos, tanto en resultados dentro de la cancha, como en la poca asistencia de aficionados.

LAMENTABLE

Para el Puebla todo comenzó mal desde la derrota en su presentación frente a los Xolos en la inauguración del Apertura 2019.

Ese revés de 3-1 marcó lo que sería el común denominador de la campaña.

Se vino el descanso y el gran triunfo de aniversario contra Betis. Después se empató contra Chivas, pero siguieron los malos resultados en casa.

Vino la desastrosa derrota de 4-0 ante Pachuca, y aunque llegó la primera victoria a costa de los Brasvis de Juárez, siguió la inconsistencia del equipo.

Ese revés de 3-1 ante San Luis fue inesperado; contra el León se vieron invencibles para lograr su segundo triunfo en casa, pero lo del viernes contra Atlas también puso en evidencia que pueden ir de lo sublime a lo ridículo, tomando en cuenta que en los tres juegos previos habían empatado con Cruz Azul y vencido a Tigres y León, campeón y subcampeón del torneo pasado.

Total, siete en juegos en casa que se resumen en un empate, dos triunfos y cuatro derrotas ante los llamados "chicos" del torneo, porque de ellos solo el Atlas se encuentra entre los ocho mejores y todo gracias al triunfo del viernes.

Fuera de casa el equipo se ha visto mejor: tres empates, un triunfo y dos reveses en los seis partidos jugados para una producción de seis de los 18 puntos disputados.

Un Puebla que tanto en el Cuauhtémoc como en patio ajeno ha tenido un comportamiento similar, con una productividad del 33 por ciento, que lo ubica lejos de la zona de liguilla, pero con un hálito de esperanza, ya que restan cinco partidos -América. Veracruz, Pumas, Morel

ia y Necaxa-, y matemáticamente nada está terminado.