Mako Komuro, exprincesa japonesa que decidió abandonar su estatus real por el amor, llegó a la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, para continuar su romance con su esposo Kei Komuro a pesar de las grandes críticas que han recibido.
Debido a que Kei no forma parte de la realeza, para que pudieran contraer matrimonio la princesa Mako tuvo que abandonar la realeza. Sus movimientos desde entonces han sido seguidos por la prensa japonesa e internacional, por lo que su llegada al aeropuerto JFK causó gran sensación.
LA NUEVA REALIDAD DE LA PAREJA
Con 30 años de edad ambos, decidieron casarse en el mes de octubre después de algunos años de hacer oficial su relación. Debido al rechazo a su unión, ellos no contaron con un gran banquete ni con ninguno de los rituales tradicionales para las bodas de la realeza japonesa.
Tras mantenerse firmes con su decisión, el sábado decidieron abordar un avión en el aeropuerto de Haneda en Tokio, Japón. El hecho fue seguido por múltiples medios de comunicación, quienes incluso llegaron a transmitir en vivo lo ocurrido. Para la tarde de este domingo 14 de noviembre llegaron al aeropuerto JFK en Nueva York.
Su nuevo destino se debe a que Kei forma parte de un bufete de abogados de esta ciudad como asistente legal al que ingresó tras graduarse de la Universidad de Fordham. Pese a esto, Komuro no ha pasado su examen de abogacía, algo que ha sido utilizado en su contra en reiteradas ocasiones para criticar su estatus ante el de la princesa.
Los medios internacionales se dieron cita a la llegada de Mako, por lo que se vio rodeada por un dispositivo de seguridad, no sin antes saludar de manera cordial a los medios y evitar contestar preguntas.
Se desconoce si la princesa buscará integrarse a la vida laboral neoyorkina o si cuenta con los medios para apoyar económicamente a su esposo. Hasta el momento, se sabe que tendrán un departamento en Manhattan, una de las zonas con los alquileres más costosos del mundo.
CÓMO SE CONOCIERON Y LOS PROBLEMAS QUE HAN TENIDO
Kei y Mako se conocieron al menos hace una década cuando ambos asistieron a la Universidad Cristiana Internacional de Tokio. Desde entonces tuvieron una relación que decidieron unir en matrimonio en 2018 justo cuando los problemas comenzaron a llegar.
Tras anunciar su decisión, la pareja fue separada, con Kei partiendo a Estados Unidos para seguir su educación. La familia de Komuro también vivió graves problemas a causa de la decisión de seguir con su relación, con incluso su mamá siendo investigada financieramente como una posible represalia.
Al respecto, la madre no habría pagado un préstamo a su expareja por un total de 31 mil euros, aunque el dinero se había dado en forma de regalo. La cantidad fue la utilizada para que Kei pudiera completar sus estudios de Derecho. Al conocerse la polémica, el príncipe heredero y padre de Mako, Akishino, determinó que aceptaba la unión, pero hasta que la situación se resolviera.
En el caso de la princesa, se dedicó a ser curadora de un museo. No fue hasta septiembre de este 2021 cuando volvieron a encontrarse después de tres años solo para dar paso a su boda. Ella es sobrina, hija del hermano menor, del actual emperador Naruhito, el número 126 emperador del Trono de Crisantemo.
Aunque la familia ya no cuenta con poder político dentro de Japón, se mantiene como un símbolo de la nación, por lo que asisten a eventos ceremoniales a la par de mantener una alta popularidad en el país.
Pese a que existen otros casos de matrimonios entre la realeza y quienes no lo son, el caso de Mako tomó relevancia en los medios y en las redes sociales, por lo que desde el inicio tuvieron problemas para declarar su relación. Entre la desaprobación y las críticas, la princesa decidió aplicar la Ley de la Casa imperial para poder seguir con el amor.
“Es alguien de quien no puedo prescindir. El matrimonio es una decisión necesaria para que podamos seguir viviendo, manteniéndolos fieles a nuestro corazón”, señaló Mako a los medios de comunicación sobre su decisión.
Antes de tomar la decisión, se reportó en varias ocasiones que Mako sufrió de trastorno de estrés traumático a causa de las presiones, señalaron los médicos reales. La población de Japón siente que tiene cierto poder en las decisiones de la realeza debido a que parte del dinero de los impuestos se dirige al sistema de la familia imperial.
LA REALEZA DE JAPÓN
Después de la partida de Mako, se espera que su hermano de 15 años se convierta en el nuevo emperador cuando sea necesario, debido a que solo se permite la sucesión masculina. En el caso de las mujeres, ellas solo pueden tener títulos y si deciden contraer matrimonio con alguien fuera de la realeza deben de perder su estatus real.
Mientras que, los hombres sí pueden casarse con alguien fuera de la realeza. Este fue el caso de Akihito, padre del actual emperador, el primero en casarse con una plebeya, la emperatriz Michiko, algo que ocurrió también con el actual emperador Naruhito, quien está casado desde 1993 con la emperatriz Masako.
Ellos tuvieron una hija de nombre Aiko, princesa Toshi, lo que trajo problemas para la Casa imperial, debido a que comenzaron las discusiones para cambiar la Ley de la Casa Imperial de 1947 y pudiera tomar el trono, algo que no progresó.