Durante la pandemia, los mexicanos con bajos recursos requirieron de hospitalización cuatro veces más que los mexicanos con los salarios más altos al infectarse de la Covid-19. Mientras que, el grupo más pobre tenía hasta cinco veces más de probabilidades de fallecer a causa de la enfermedad.
De acuerdo con un estudio por la revista médica The Lancet, expuso las desigualdades entre los niveles socioeconómicos cuando de resultados de salud se trata. Además, expone que, con base en sus resultados, se podría definir que el país vive una sindemia más que una pandemia.
La sindemia se define como dos o más enfermedades que coexisten en el mismo tiempo y lugar, siendo una de carácter biológico como es el coronavirus, así como una de carácter social, que podría ser la desigualdad o los bajos recursos, y que comparten determinantes sociales en común.
MEXICANOS CON BAJOS RECURSOS LOS MÁS AFECTADOS EN LA PANDEMIA
El estudio señala que la pandemia por el coronavirus reveló las grandes desigualdades entre los grupos socioeconómicos en cuanto a la posibilidad de recibir servicios de salud. En México, indica que los primeros casos de la Covid-19 se registraron en febrero del 2020 y para noviembre del mismo año, ya se tenían al menos un millón de casos confirmados.
Para su investigación, utilizaron la base de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con los datos de 412 mil 55 trabajadores formales de marzo a noviembre de 2020.
Se encontró que las personas entre el 10 por ciento con menor ingreso tenían una posibilidad del 25 por ciento a requerir hospitalización al enfermar de coronavirus. Mientras que, aquellos dentro del 10 por ciento con mayor ganancia solo tuvo posibilidad de hospitalización cercana al cinco por ciento, por lo que la disparidad fue al menos cuatro veces mayor.
Pasando a los porcentajes de que el paciente falleciera, el grupo con menores ingresos tenía hasta 0.048 por ciento de posibilidades de morir, contra cerca del 0.009 por ciento para aquellos con mayores ingresos, por lo que la posibilidad podría aumentar hasta en cinco veces más.
También, el informe indica que la posibilidad de morir cono de ser hospitalizado es mayor para los trabajadores con menor cantidad de ingresos y que dieron negativo al virus en comparación para aquellos con los mejores ingresos y que dieron positivo a la enfermedad.
Las diferencias fueron obtenidas controlando los diferentes tipos de comorbilidades, además de que todas las personas que se midieron en el estudio tuvieron acceso a la atención médica. El estudio publicado por The Lancet lleva por nombre: “El efecto del ingresos en la mortalidad y hospitalización por COVID-19: un estudio observacional con registros administrativos de la seguridad social en México”.
LAS CONCLUSIONES DE LAS MEDICIONES
A diferencia de lo que han marcado otros estudios sobre como los grupos más pobres tendrían un nulo acceso a la atención médica provocando entonces su mayor riesgo a morir, esta nueva información podría cambiar lo pensando al solo contemplar a personas dentro de un mismo sistema de salud como el IMSS.
Por ello, explican que ni la tasa de positividad ni la tasa de cantidad de pruebas que se realizan de acuerdo a los ingresos económicos explican la mortalidad que tiene la enfermedad. Pero, que esto significa que mayores sistemas de salud público son necesarios para atender a mayor margen de la población.
A la par, las personas de menores ingresos experimentaron de manera más grave el coronavirus a comparación de los más ricos.
Exponen que, con estos datos, la diferencia de morir a causa de la enfermedad entre los más ricos y los más pobres es igual de grande que el no estar vacunado o que ser hombre, el sexo en el que más casos se presenta el virus. Así como el doble efecto de tener diabetes, que es el principal factor de riesgo dentro de la población.
Dentro de los puntos que señala pueden ser factor de esta disparidad, están algunas como que las personas con menores ingresos sufran de una mayor cantidad de comorbilidades o que este grupo tenga que esperar más para recibir atención médica, por lo que, cuando son atendidos, su enfermedad ya es grave.
De esta forma, señalan que en México es posible que se esté viviendo una sindemia, en donde sea necesario mejorar tanto la salud como el bienestar de la población atendiendo más a las inquietudes sociales.
Otros estudios, como uno realizado en Bélgica, señaló que las personas de bajos recursos solo tenían dos veces más probabilidades de morir que los de mayores ingresos. Para el caso de México, se considera a una persona con bajos ingresos aquella que recibe un salario de cerca de cuatro mil pesos al mes dentro de un trabajo formal.
