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Mónica Naranjo regresó a Puebla para recordar sus años mozos con la gira Renaissance, con la cual celebró 25 años de trayectoria artística dentro de una atmósfera de ópera-rock-pop.
La cantante española dejó con la boca abierta a las más de dos mil almas que se dieron cita el jueves en el Auditorio Metropolitano para cantar viejas rolas y nuevos temas.
“¡Madre mía! ¡Cuántos años! pero ¡qué bien hemos envejecido! Han pasado 25 años (desde la última vez que estuve en Puebla), son muchos años, pero estamos mejor que nunca”, saludó Naranjo ante una aguerrida faena de seguidores, en su mayoría, pertenecientes al colectivo LGBTTI+.
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La escenografía fue coronada por tres diferentes sets de música: instrumentos clásicos, banda de rock y el Coro Gay de la Ciudad de México, que dio el toque colorido a esta velada que se prolongó por dos horas.
Naranjo hizo un pequeño guiño a esa melena bicolor de los noventa con un conjunto dorado, del cual se destacaba solo en el hombro izquierdo el tono negro.
Por el lado izquierdo del escenario, mientras sonaba la orquesta, ella apareció para interpretar un conocidísimo tema El amor coloca, de inmediato, los asistentes se levantaron de sus butacas y mientras intentaban igualar el poderío vocal de la española, le aplaudían y se escapaban varios gritos de euforia.
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“¡Muchas gracias! Aquí veo también a otra Mónica Naranjo, un aplauso para ella. Déjame después el corsé, ¿vale? No sé si tendremos la misma cintura porque creo que eres un poco más delgada que yo y eso me molesta”, se dirigió una emocionada Naranjo a una travesti de entre el público.
“A lo largo de estas dos horas vamos a repasar ese pasado que tanto nos marcó, el presente y el futuro más cercano, también vamos a tocarlo”.
Para presentar el siguiente tema, recordó a su padre: “El casi no hablaba, pero cuando lo hacía me decía: Solo se vive una vez”.
Renaissance permitió a Mónica desnudarse con temas populares y otros no tanto, pero que, de igual forma, conquistaron por su poderosa voz y la magia de los instrumentos y el coro, que en total sumaban más de 60 personas en un solo escenario.
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Óyeme, Sola y Malherido, que compuso para la agrupación Magneto, sonaron antes del segundo cambio de vestuario y continuar con Desátame, una célebre melodía pop-dance que se transformó en un canto operístico.
19 canciones completaron el repertorio, entre Pantera en libertad, Sobreviviré, Amor y lujo, Jamás y Doble corazón. Para Grande, su nuevo tema a dueto con Gloria Trevi, intervino el joven Luis del Coro Gay, quien con una bufanda de plumas se ganó a la audiencia.
La gala culminó con Las campanas del amor, un tema predilecto para ella.
“Llegué a México con apenas 19 años, casi recién completos, y pensé que iba a ser un viaje de 10 o 15 días, no recuerdo bien, y al final, se convirtieron en casi cinco años en el país. Con vosotros viví muchas cosas y compartí muchas cosas”.
- 19 CANCIONES
- 60 PERSONAS EN ESCENA
- 2 HORAS
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