Ha pasado un año y medio desde que la reportera Itzel Valencia sufrió una agresión en El Parían cuando hacía su labor periodística, pero hasta el momento, sólo ha logrado que dos de los cuatro tengan prohibido salir del país y que reciban constantemente chequeos médicos, pues sus exámenes salieron que son personas con tendencia a la violencia.

En entrevista con este medio, Itzel compartió que se logró la vinculación a proceso de los cuatro agresores, pero con dos de ellos se tuvo que llegar a la mediación porque el delito por el que se les vinculó que son lesiones calificadas y las autoridades le dijeron que no daba para continuar con un juicio.

“De a fuerza se tuvo que mediar con ellos y se les impuso una sanción de no poder salir del país, el firmar constantemente y sobre todo el que no se me puedan acercar y seguir con chequeos psicológicos porque sus estudios salieron que son agresivos”, compartió.

Los otros dos todavía siguen con un proceso legal abierto ya que no han podido llegar a ningún acuerdo. Esta situación la hace sentir un poco decepcionada, ya que, en su opinión, el caso nunca se pudo llevar a cabo con perspectiva de periodistas, pues en Puebla no existe un código penal que sancione las agresiones a los trabajadores de los medios de comunicación.

“No hay una ley que proteja a los periodistas y por más que se buscó o por más que existiera la Fiscalía Especializada en temas de Derechos Humanos, nunca se pudo abordar el tema al cien por ciento con una perspectiva de medios de comunicación y es feo, porque se trató de llevar el proceso, pero ellos siempre trataron de mediar”, dijo.

Incluso, la reportera dio a conocer que dos de sus agresores ya querían contrademandarla argumentando que dañaron su imagen dando a conocer el caso en los medios de comunicación local, pero esto no procedió.

Fue el 5 de junio del 2020 cuando dueños del local 56 de “El Parián” agredieron a golpes a la reportera y a su camarógrafo cuando ambos trabajaban para el Canal 13 de Puebla.

Los hechos ocurrieron mientras Itzel Valencia y Alejandro Rodríguez se encontraban levantando imágenes del lugar, según versiones del propio medio de comunicación, cuando un grupo locatarios del mercado de artesanías los cuestionaron sobre la actividad que realizaban.

Al darse cuenta de la actitud de los agresores, los comunicadores decidieron continuar grabando a fin de tener pruebas en caso de alguna agresión, la cual si terminó por suceder.