Una última fiesta, tendrá Agustín Huitzil Romero, un migrante de San Pedro Cholula, con la cual serán despedidas sus cenizas, tras fallecer en abril por Covid-19.

Su mamá, de 70 años de edad, Doña Tomasa Romero, comenta que su hijo buscó y alcanzó el sueño americano a los 15 años, cuando en ese entonces, le dijo que se iría a Estados Unidos para obtener ingresos que le permitiera levantar una casa y luego formar una familia.

No obstante, a los 39 años de edad, indica que su vástago regresó al hogar que lo vio nacer, pero lamentablemente en una urna que guarda sus restos, pues el 28 de abril perdió la batalla por complicaciones de salud, provocadas por el alcoholismo.

“Murió porque le gustaba el alcohol, no por la enfermedad que dicen (Covid 19)”, aclara tajante doña Tomasa, mientras una fotografía en mano la hace recordar a su niño, que antes de marcharse al país referido, le prometió echarle ganas y mantener sus ilusiones para salir adelante”, externa.

La jefa de familia, tras quedar viuda a los 42 años de edad, relató que despidió a Agustín y en los primeros meses mantenía contacto con él, vía telefónica, pero posteriormente cambió, dejó de comunicarse porque se casó con Claudia, una vecina de esta comunidad, con quien procreó tres hijos.

“Hace un año me habló su esposa y me dijo que mi hijo estaba enfermo y pues mi hija que está allá (Estados Unidos) lo buscó, pero me da tristeza porque su esposa lo fue encerrar al sanatorio y se fue (…) durante todo el tiempo que estuvo allá, no me dio ni un quinto, no se acordó de mí, pero yo le haré su última fiesta para despedirlo”, externó.

Refirió que, pese a los gastos hechos para apoyar el proceso de repatriación de su hijo, que oscilan en los mil 500 pesos porque no tuvo el apoyo del gobierno del estado y tampoco del Ayuntamiento de San Pedro Cholula, destinará recursos para pagar su misa y darle las gracias a su padrino.