Alegran danzantes de Oaxaca el panteón de Xochimehuacan en Puebla

Belén Cancino

  · viernes 3 de noviembre de 2017

Huenhuentones, danzantes típicos del vecino estado de Oaxaca,celebraron con música y bailes, el regreso de sus seres queridoseste Día de los Fieles Difuntos, en el panteón comunitario de SanPablo Xochimehuacan.

Una calaca, un tenebroso monstruo, un aterrador payaso, unintimidante anciano, un simio, un miembro de la conocida banda derock Kiss y una tortuga ninja, fue el grupo de huenhuentones quebailaron y cantaron alrededor de la última morada de JesúsSalvador, un joven de 19 años, hijo de uno de ellos y amigo detodos, que hace seis años dejó de existir.

Y es que para la familia García Chávez, originaria de Huautlade Jiménez, Oaxaca, el 2 de noviembre no es una fecha paraentristecerse, sino para celebrar, es cuando los caballeros seesmeran en el ritual mazateco Chaxuhu, un festejo con el que dan labienvenida a los muertos, “para nosotros es una fiesta, porquevuelven”, declara orgullosa, María Magdalena.

Bajo el rayo del sol y el humo del incienso, Román, Junior,Ausencio, Rodrigo, Gregorio y Arturo, llevaron al panteón de SanPablo Xochimehuacan el Chaxuhu, el ritual típico de la tierra quelos vio nacer y que a lo largo de sus 19 años de vida arrancósonrisas a Jesús Salvador.

Según las creencias de la familia García Chávez, aunqueJesús Salvador era un joven discapacitado que en vida no pudobailar el Chaxuhu, ayer sí los acompañó, “nosotros creemos quevuelve y que está entre nosotros festejando”, completóClara.

El ritual incluye música tocada por los propios huenhuentes,con un aparato de sonido, una guitarra y un improvisado tamborhecho con una cubeta, que desborda cuando alguien coopera para sucalaverita, ofrece agua o algún alimento y más aún cuandoalguien admirado se acerca a fotografiarlos o grabarlos, “es quees una forma de agradecer, además, para nosotros es un honor quereconozcan nuestras tradiciones”, continuó María Magdalena.

Ellos destacaron en este camposanto, en el que miles de personasvolvieron a los sepulcros, para demostrarles a sus seres queridoscon flores, agua, veladoras y algunos al ritmo de música norteñao de mariachi, que una vez más, son bien recibidos.

La mayoría de buen ánimo, limpió las tumbas arrancando yerbay basura para adornar luego  las tumbas con la tradicional flor demuerto o cempasúchil, y algunos además, para dedicarles algunaoración pidiendo porque encuentren paz en donde sea que seencuentren, pero sobre todo, con la promesa de amor y recuerdoeterno, en esta vida e incluso después de ella.