¿Listo para los tamales?

Carolina Vega

  · lunes 16 de enero de 2017

¿La rosca que devoraste el día de los Reyes Magos te ha dejadoel muñequito del Niño Dios y, con él, elcompromiso de invitar a tamales? Si es así, estote interesa. Antes de que abras tu cartera para convidar a amigos,familiares o compañeros de trabajo el 2 de febrero, BuenaVida te explica de dónde viene esta curiosatradición.

Quedan unos días  para el 2 de febrero y ya estamosfrotándonos las manos con el olor de los tamales jarochos,de mole, dulce o… ¡de lo que sea! Casi desde antes deque amanezca, los poblanos corren en esa fecha a las calles paracomprar los tamales por decenas y el atole o elchampurrado, según el espesor que se prefiera, porlitros. Los encargados de sufragar este gasto tienen algo encomún: les tocó el monigote del Niño Dios de la rosca ycumplieron su promesa.

La rosca de Reyes Magos se ha convertido asípara muchos desafortunados en un presagio de gasto. Mientras secorta el pan por turnos, la expectación se apodera del hogar o dela oficina. ¿A quién le tocará esta vez comprar la masa de maízrellena? Cuando el muñeco aparece con un mal mordisco, los gritosno cesan: “¡los tamales, los tamales!”.

El origen de esa exclamación tiene, aunque no lo creas, tintesreligiosos. El día de la Luz o de la Candelaria,que festeja a la advocación mariana aparecida hace más de 10siglos en las Islas Canarias, España, escelebrado el 2 de febrero por muchos católicos con procesionesiluminadas con candelas y velas.

Sí, candelas y no tamales. ¿Existe en la Biblia algún pasajeque haga referencia a la costumbre de comer estas masas de maízrellenas en el segundo día de febrero? Antes de que cites losEvangelios, el padre Paulo Carvajal, vocero de laArquidiócesis de Puebla, nos aclara que no. “Sí es unafiesta que está dentro de la celebración litúrgica, nos recuerdaque Jesucristo fue presentado en el Templo de Jerusalén como eracostumbre para todo judío”, explica.

El 2 de febrero, Jesús, según relata sanLucas, fue llevado al templo con apenas dos meses y pocosdías de vida. El muñequito de Niño Dios quepara tu mala suerte te tocó en la rosca debe ser tambiénpresentado y celebrado ese día en sociedad o, al menos, con tusseres queridos mientras desayunan.

“La familia se vuelve a reunir, ya fue el 6 de enero con lapartida de rosca y ahorita otra vez con los tamales y a quien letocó el Niño Dios debe invitar”, describe Carvajal. “Todacelebración religiosa lleva siempre ese compartir con losdemás”.

ORIGENPREHISPÁNICO

Pero, ¿por qué con tamales?

Aquí aparecen nuestras raíces más profundas.

Los tamales se utilizaban en la cultura prehispánica comoofrenda en rituales religiosos. Siglos después, este significadoaún perdura pero mezclado con el catolicismo. Piénsalo, ¿quépuede haber mejor para honrar en pleno febrero invernal al NiñoDios que una buena tamaliza?

La única duda que queda es por qué seguimos año con añometiendo la figurita del Niño Dios en la rosca,ocupando un espacio que podría llenarse con nata, trufa o,incluso, zarzamora. La culpa es de los españoles que habríanrecuperado un hábito romano. Al principio, un haba escondida en lamasa del tradicional pan –allí conocido comoroscón—convertía a quien la descubriese en el rey de losfestejos.

El frijol fue sustituido con los años por figuritas artesanalesde coches, barcos o de carácter religioso. Al igual que enMéxico, en la península Ibérica también debes desembolsardinero si te encuentras un monigote en este desayuno o merienda.Pero, en vez de que ser usado para comprar tamales, se emplea parapagar la rosca.

Ahora que ya sabes el origen de esta tradición, aparta desde yadinero para comprar los tamales. Y añade un champurrado calentito,por favor.