Sí, todos nos hacemos mayores y nuestros fieles compañeros también, pues a partir de los siete años de edad los perros empiezan a envejecer, por lo que ha llegado el momento de prestarles más atención y cuidados.

Excepto los de razas grandes o gigantes, en los que por su propia naturaleza suele adelantarse un poco de tiempo, casi todos los canes llegan a la tercera edad al cumplir los siete años, e igual que cualquier persona, comienzan a encanecer y a presentar “achaques”.

Pueden tener canitas, pelitos blancos, a veces muy visibles en la cara o distribuidos en el cuerpo. Ya no corren tanto, se cansan más fácilmente, tienen dificultades para incorporarse y disminuye su visión. De pronto ya no ven bien, pueden perder piezas dentales.

Eso son algunos de los primeros y más comunes síntomas en esta etapa de la vida canina, explica Cristina Villa Hernández, médico veterinario zootecnista de Vets Medical Center.

Las células de ellos también disminuyen, envejecen y mueren, agrega la especialista, lo que repercute en su estado de salud y el desarrollo de enfermedades y padecimientos, pues además de lo que ya sabemos, los perros llegan a desarrollar cataratas en los ojos, problemas de los huesos, insuficiencia renal, diabetes e incluso cáncer.

CAMBIE SU DIETA Y LLÉVELO AL VETERINARIO

Usted puede hacer mucho por su mascota. La médico veterinaria Villa Hernández recomienda, como primera medida, modificar su dieta.

El cambio no tiene que ser drástico, pues se trata simplemente de cambiar las croquetas y el alimento que habitualmente ofrece a su perro por aquel de la categoría que corresponde a su edad, pues las fórmulas de nutrientes y proteínas, por ejemplo, están diseñadas de acuerdo a su talla y actividad física.

Tampoco para usted será difícil, menciona, pues la mayoría de las marcas especifican claramente en su empaque el tipo de alimento, indicando “senior” o “edad madura”, por citar un par de ejemplos.

Asimismo, dice, no ignore algunas ideas para facilitarle la vida, como evitarle subir escaleras y acortar sus paseos.

Igual que con cualquier miembro de su familia, lo mejor que puede hacer por su mascota es estar permanentemente al pendiente de su salud, así que practíquele un chequeo periódico o anual, de modo que tenga conocimiento de su estado general de salud, los cambios que puede presentar a medida que avanza su edad y detectar a tiempo cualquier enfermedad para que se le inicie el tratamiento médico correspondiente.

Algunas de ellas, continúa, si son tratadas a tiempo, pueden ser curadas o al menos asistidas para que su mascota conserve por mayor tiempo una buena calidad de vida.

Y si por desgracia su estado de salud se encuentra muy mermado, su médico veterinario le orientará qué es lo mejor por hacer, pues sólo en casos graves se recomienda el sacrificio.

Lo más importante, resalta Villa Hernández, es reconocer que un perro, un gato o un pez, sin importar su edad o raza, es una mascota que requiere cuidados, atención y educación. No es un juguete, representa una responsabilidad con otro ser vivo.