De las 457 mil 612 unidades de producción agropecuarias del estado de Puebla, 432 mil 123, es decir, el 94.43 por ciento, tuvieron afectaciones por el cambio climático durante el 2022, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A través de su Censo Agropecuario, que publicó con propósito del Día Mundial del Agua, que se conmemora el 22 de marzo, informó que la alteración en los eventos meteorológicos han dado como resultado un bajo rendimiento en los cultivos, pérdida de ganado, destrucción de siembras y transmisión de plagas.
El fenómeno que ocasionó mayores pérdidas en la entidad fue la sequía, pues afectó al 83.94 por ciento de las unidades productivas. Esto se refiere a que la disponibilidad de agua se situó por debajo de lo habitual, por lo que no fue suficiente para abastecer las necesidades de los cultivos o animales.
Otras situaciones climáticas que también influyeron negativamente en el sector agropecuario fueron los vientos, heladas, granizadas, huracanes, inundaciones e incendios forestales.
En el estudio se refiere que cada unidad productiva dañada, pudo haber registrado uno o más fenómenos de los antes mencionados, por lo que las consecuencias fueron aún más devastadoras.
Ante este panorama, el instituto informó que la entidad poblana se colocó en el segundo lugar de los 32 estados de la República Mexicana con más casos registrados.
Por arriba únicamente estuvo Veracruz, pues 447 mil 397 de sus establecimientos reportaron daños por el cambio climático, lo que representó el 85.79 por ciento, de los 521 mil 503 que tiene activos.
Una unidad de producción agropecuaria, se refiere al conjunto de personas, terrenos, infraestructura, maquinaria, equipos, animales y semillas que son utilizadas para la actividad agrícola y ganadera.
Zacatlán, Cuetzalan y Huejotzingo, los municipios más afectados
En un análisis por municipio, el INEGI informó que el lugar con más unidades productivas dañadas en Puebla, fue Zacatlán de las Manzanas, con un total de 9 mil 521.
Por debajo se ubicaron las ciudades de Huejotzingo con 7 mil 726; Cuetzalan del Progreso, con 7 mil 077; Tlatlauquitepec, con 7 mil 038, así como Atlixco, con 6 mil 812.
Todos estos lugares encabezaron la lista, debido a que son los que tienen una mayor productividad en temas agropecuarios, es decir, en la agricultura y la ganadería.
En la lista también destacó Chignahuapan, Chalchicomula de Sesma, Palmar de Bravo, Quecholac, Ixtacamaxtitlán, Puebla, Zacapoaxtla, Ajalpan, Tepeaca, Acajete, Chietla, Tlacotepec de Benito Juárez, Tlahuapan y Tlachichuca.
También sufrieron por factores biológicos
De acuerdo con el estudio del INEGI, los establecimientos del sector agropecuario poblano, también registraron afectaciones durante el 2022 debido a diversos factores biológicos.
En este rubro, se informó que de las 457 mil 612 unidades económicas activas, un total de 163 mil 870, que representa al 35.81 por ciento, sufrieron daños por este factor externo.
Las plagas fueron el mayor problema, pues afectaron al 85.92 por ciento de los lugares, seguido por las enfermedades que sufrieron los animales de granja, como son los pollos, puercos, reses, conejos, guajolotes, entre otros.
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Es importante transitar a la sostenibilidad hídrica
Ante el panorama antes expuesto, Arnoldo Matus Kramer, socio de la línea de servicios de cambios climáticos en la empresa EY, dio a conocer que es urgente transitar a la sostenibilidad hídrica para hacer frente al cambio climático.
Con esto, se refiere a que se utilicen los acuíferos locales de manera responsable para que funcionen como reserva en periodos de sequía, que es el principal factor que daña al sector agropecuario.
Estamos pasando por un periodo de sequía intenso, principalmente en el centro y norte del país, donde se ven afectados varios estados y municipios, incluido Puebla
El correcto uso de los mantos acuíferos ayudarán a reducir el problema, pues esto lo vemos como una cuenta de ahorro en el banco; cuando pasa un imprevisto, de ahí nos ayudamos para salir del problema”, indicó.
El acuífero es una capa subterránea esencial para abastecer de agua potable a comunidades y mantener los caudales de los ríos o lagos durante los periodos de sequía, es decir, es fundamental para asegurar un suministro sostenible del vital líquido.
El empresario también dijo que es importante mantener una conservación adecuada de las zonas boscosas de la entidad, pues su papel es relevante para proteger y amortiguar los efectos del cambio climático.
Explicó que los bosques actúan como enormes esponjas, absorbiendo el agua de lluvia durante las temporadas húmedas y liberándola en las estaciones secas en los ríos, lagos, y aguas subterráneas.
“En un futuro la disponibilidad de agua que tenemos ahora no va a ser la misma, por lo que es importante que todos, sector privado y público, tomemos acciones para rectificar los errores”, concluyó.