Ceresos de Puebla, Tepexi y Serdán cuentan con 55 presos que son analfabetas

De acuerdo con especialistas, hay un claro vínculo entre la educación y el crimen

Alba Espejel | El Sol de Puebla

  · lunes 28 de noviembre de 2022

Foto: El Sol de Puebla

Los Centros de Reinserción Social (Cereso) de Puebla, Tepexi de Rodríguez y Ciudad Serdán cuentan con 55 presos que son analfabetas, mil 608 que no han terminado la primaria, mil 973 que no ha concluido la secundaria, 758 la preparatoria y 201 que tienen la licenciatura incompleta. De acuerdo con especialistas, hay un claro vínculo entre la educación y el crimen, pues entre más estudios hay más probabilidad que la persona no opte por la delincuencia.

La Secretaría de Seguridad Pública a través de la Subsecretaría de Centros Penitenciarios revelaron que en el Cereso de Puebla hay ocho personas analfabetas, es decir, que no saben leer y escribir, seis son hombres y dos son mujeres. No obstante, se han alfabetizado a 224 reos de ambos sexos. En cuanto a la primaria incompleta fueron mil 412, secundaria mil 754 y preparatoria 688.

Hay 179 personas privadas de libertad (PPL) que tienen una licenciatura incompleta, pero 36 ya la terminaron. Con una ingeniería completa son cuatro, con una carrera técnica finalizada 46 y ninguno cuenta con alguna maestría.

El Cereso de Tepexi es el que cuenta con más personas analfabetas, pues registró un total de 33 PPL, todos fueron hombres, seis ya están procesados y el resto con sentencia. Sin embargo, también es el único que tiene personas con maestrías finalizadas, con un total de 4 presos con este título.

En el caso de este penal, 162 personas tienen la primaria incompleta, 95 la secundaria y 33 la preparatoria. Con licenciatura incompleta se registraron 20 casos, pero a su vez, hay siete reos que ya la terminaron. No hay personas que hayan preferido una ingeniería, cuatro completaron una carrera técnica, dos la tienen incompleta.

Mientras que en Ciudad Serdán hay 14 personas analfabetas, con primaria incompleta 34, secundaria 24, preparatoria 37 y licenciatura dos personas que aún no la concluyen. En este lugar, nadie tiene una maestría, ingeniería o carrera técnica.

Lo anterior se desprende del informe “la escolaridad que tienen las personas privadas de la libertad en los penales que están a cargo de dicha dependencia con corte al 31 de enero de 2022”. Esto correspondió a la solicitud de información con folio 211204222000066 que está pública en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).

De acuerdo con Laura Jaitman, especialista en Seguridad Ciudadana, la educación aumenta las oportunidades de acceder a trabajos legales e incrementa los salarios, lo cual reduce el atractivo financiero de las actividades delictivas. En su texto “¿Qué tan claro es el vínculo entre educación y crimen?”, dijo que la escolarización puede afectar el comportamiento de las personas, por ejemplo, haciéndolas más pacientes o aumentando su aversión al riesgo.

“La escuela también puede producir un efecto de incapacitación. Es decir, al mantener a la juventud fuera de la calle y ocupada durante el día, la asistencia escolar puede tener efectos sobre la participación criminal”, se puede leer.