Con carrera trunca, el 51 por ciento de los poblanos

Carolina Vega

  · miércoles 15 de febrero de 2017

Foto: El Sol de Puebla

Más de la mitad de los universitarios poblanos cambia o desertade alguna carrera, truncando la posibilidad de graduarse, advirtióIsaac Burguette, director de la consultoría Select Carrera.

Mientras que a nivel nacional el 38 por ciento de losestudiantes abandona la universidad antes de licenciarse o decidevolver a empezar en otra disciplina, en Puebla el porcentaje dedeserción en esta etapa educativa alcanza, según datos de SelectCarrera, el 51 por ciento.

Puebla se acerca así a Sonora, líder en abandono universitarioen el país al registrar una tasa de 61 por ciento. “Estamosarriba de la media nacional, Puebla se encuentra dentro del top 10de estados en deserción de carrera a nivel nacional”, explicóayer el también conferencista en rueda de prensa.

Ceder ante la presión de los padres, elegir una carrera de moda–ahora son populares biomedicina o biotecnología- u optar porlos estudios deseados por la mayoría –como contabilidad, derechoo administración de empresas- son factores, ejemplificó, quepueden derivar en el fracaso universitario.

“El problema mayor que estamos viendo es que la elección decarrera se está convirtiendo en un factor primordial para lacontratación”, señaló. “Con datos de la Secretaría delTrabajo y Previsión Social, se estima que de los que terminan lacarrera sólo el 42 por ciento trabaja de lo que estudió”.

Preguntarse cuál es nuestro plan personal de vida, en quésomos bueno y qué nos apasiona da pistas acerca de la verdaderavocación profesional. “Más que ver qué les gusta, la carrerales tiene que apasionar”, recomendó el especialista, quien elpróximo jueves 23 de febrero impartirá una conferencia sobre estamateria en la Universidad Anáhuac campus Puebla.

Este camino de introspección personal no sólo incumbe a losestudiantes, sino también a sus progenitores. El “papáimpositor”, aquel que obliga a su prole a inscribirse en lacarrera de su gusto, el “papá que presiona sin presionar”,quien muestra veladamente sus deseos, y el “papá que abandona”son, enumeró, los tres modelos de cabezas de familia que puedenperjudicar el potencial académico de los hijos.

“Es el papá que más nos preocupa”, apuntó Burguette sobreeste último estereotipo. “Actualmente tenemos muchos papás quedejan que su hijo elija la carrera que más le guste, que le dice asu hijo hazlo y yo te voy a apoyar. Estamos condenando a estageneración a que elija una carrera que le guste pero en la quepuede no ser bueno”.