La necesidad de apoyar a la gente, de sacar adelante a sufamilia económicamente, pero sobre todo sus deseos de seguiraprendiendo y preparándose en lo académico, fueron los motivosque impulsaron a don Cristóbal Ramírez Aguilar a estudiar yculminar su segunda maestría a sus 74 años de edad.
Orgulloso de su origen mixteco, sostiene que el camino delconocimiento del ser humano nunca acaba e invita a los jóvenes ano desaprovechar las oportunidades escolares que les ofrecen suspadres, pues señala que la formación académica además depermitirles alcanzar metas económicas, redunda en favor de unamejor sociedad.
“A veces tienes que arrancar de la necesidad misma para quepuedas buscar tu porvenir”, suelta don Cristóbal, quien destacaque para alcanzar estos logros ha sido apoyado por su esposa GloriaVelasco Baños, con quien lleva 48 años de casado.
Visiblemente contento y sin presunciones, refiere que suscompañeros de la Universidad Tolteca, en donde acaba de culminarsu segunda maestría enfocada en los juicios orales, lo aprecian yle dan un lugar muy distinguido por su experiencia y por su edad,la cual enfatiza que no es un impedimento para continuarestudiando.
“Mis compañeros en la escuela me dan un lugar muy distinguidopor mi edad, me aprecian, yo los respeto, ellos me respetan;siempre me preguntan para qué estudio a estas alturas de mi vida yyo les doy mis razones y mis motivos”, cuenta.
Quien también tiene una maestría en ciencias forenses ypericiales por la Universidad Mesoamericana, habla orgullosamentede sus raíces mixtecas. Puntualiza que su infancia la vivió en lainspectoría de Santa Cruz de Bravo, perteneciente a la juntaauxiliar de Texcalapa, que a su vez se ubica en el municipio dePetlalcingo.
Inicia sus estudios de primaria en la escuela José MaríaMorelos y Pavón, ubicada en la junta auxiliar antes mencionada, endonde cursó hasta el cuarto año de primaria, que culminó, asícomo la secundaria, en Acatlán.
“Para estudiar también era un problema realmente, debíastener un poco de deseos y de vocación para venirte a estudiar a lapoblación importante, entonces yo vengo de mi pueblo a Acatlán deOsorio a hacer mis estudios”, explica.
Mientras entrelaza sus manos, relata que posteriormente estudióla Normal, se convirtió en docente y se fue a trabajar comomaestro rural casi por siete años en los municipios deHuauchinango, Xicotepec de Juárez y Pahuatlán: “es una regiónque te da cobijo”, dice.
“La Mixteca poblana tiene siempre muchas carencias, siemprelas tuvo y actualmente las sigue teniendo y en aquellos tiempos elser maestro era como una forma de alcanzar algo para quesobrevivieras, para que tuvieras una fuente de ingresos, esaregión se caracteriza porque habemos muchísimos maestros deextracción campesina”, explica.
Su trayectoria de maestro también tuvo tragos amargos, comocuando murió su padre, a los dos años de haber partido a laSierra Norte, de donde salió posteriormente a San Juan Atzompa,por la zona de los volcanes.
“Por ciento cuando muere mi padre, que murió muy joven y yoera muy joven, él muere y cuando tengo dos años en la Sierra comomaestro regreso y me dan la noticia de que había muerto mipadre”, cuenta.
Las ganas de seguir aprendiendo para don Cristóbal noculminaron con su profesión de maestro. Por ello refiere que seinscribió en la preparatoria Benito Juárez de la BUAP, que era laantesala para ingresar a una facultad, en este caso la de Derecho,la cual cursó de 1969 a 1973.
“No es que sea Robin Hood o algo que se le parezca perosientes necesidad de ayudar a tu gente, sobre todo de laMixteca”. Con esta frase explica los motivos por los que estudiósu segunda carrera, que lleva ejerciendo 41 años.
Su andar como abogado le abrió la puerta para que fueraprecandidato a la alcaldía de Acatlán por el PRI, cuando JoséLópez Portillo era presidente de la República y Alfredo ToxquiFernández, gobernador.
No conforme con haber estudiado una segunda carrera, donCristóbal inició hace cinco años la maestría en cienciasforenses y periciales en la Universidad Mesoamericana yposteriormente el posgrado en juicios orales, cuya ceremonia degraduación se llevará a cabo el próximo 24 de febrero a las17:00 horas en el Teatro Principal.
“Lo he hecho con dificultades porque primero (con) mi edadcuesta mucho pero por otro lado siempre, siempre me ha gustadoestudiar, me ha gustado dedicarme a tener un conocimiento mayor,que está a la vanguardia de algunas cuestiones que se relacionencon mi profesión”, dijo.
Confiesa que quisiera asesorar a abogados y jueces del TribunalSuperior de Justicia y de la Fiscalía General del Estado:“siento que tengo la capacidad para incursionar dentro del nuevoprocedimiento en las nuevas instituciones”, resalta.
Aunque confiesa que se siente satisfecho por sus logros,principalmente académicos, considera que no ha alcanzado susobjetivos, ya que la ambición de seguir aprendiendo y estudiandoes permanente.
