La edificación de la nueva Ciudad Universitaria 2 (CU2) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) requiere de un plan maestro en materia de movilidad que garantice un desplazamiento seguro, ágil y accesible para la comunidad docente y estudiantil que migrará del complejo ubicado en la avenida San Manuel hacia la zona de Valsequillo.
Representantes del transporte y urbanistas coincidieron en que no sólo se debe priorizar el desplazamiento a través del transporte masivo de pasajeros, sino también apostar por infraestructura digna para peatones, personas con discapacidad y aquellos que usan vehículos no motorizados, como la bicicleta.
Los entrevistados indicaron que, para que se logre este proyecto con éxito, es indispensable que las autoridades estatales, municipales y la institución educativa trabajen de manera coordinada en el proyecto.
Microbuses tardan más de 15 minutos y todavía tienes que caminar 1 km
A casi 20 kilómetros de distancia de la única y actual Ciudad Universitaria se encuentra el Ecocampus Valsequillo BUAP, una zona a la que se puede acceder con vehículo particular o acercarse en transporte público, siendo únicamente tres rutas las que te aproximan.
Una de ellas es la ruta M2, que parte de CU, pero deja en la entrada de la junta auxiliar de San Pedro Zacachimalpa, por lo que todavía se debe caminar poco más de un kilómetro en una vialidad donde no existe banqueta, paraderos de autobuses y tampoco iluminación.
A decir de María, madre de familia y habitante en la zona, son escasos los microbuses que pasan y por ende tardan poco más de 15 minutos, además de que dejan de circular a las 19:30 horas.
Desde su perspectiva, estas unidades son suficientes para cubrir la movilidad actual en la zona, pero con la llegada de los estudiantes, esto ya no será así.
“Pues si se quieren mudar para acá van a tener que meter más camiones y extender los horarios porque dejan de pasar temprano y luego salen tarde”, comparte.
La ruta S3 y la alimentadora Valsequillo también parten en las inmediaciones de Ciudad Universitaria y sus unidades acercan a los usuarios a pie de carretera, por lo que aún deben caminar aproximadamente 700 metros.
En voz de dos guardias de seguridad del Ecocampus, la forma más segura es acceder con vehículo ya que sólo así se evita caminar el tramo de la carretera hacia el complejo.
“Aquí tienes que entrar con vehículo porque si vienes en camión pues tienes que caminar todo esto, es mucho y en las noches es inseguro porque no tiene mucho que se robaron las lámparas y está oscuro”, comenta.
En el recorrido realizado por esta casa editorial se pudo constatar la falta de iluminación en la zona, así como las pocas unidades de transporte que circulan, la inexistencia de banquetas y paraderos de camiones.
Ante el panorama aún deficiente en materia de movilidad, los especialistas consultados por El Sol de Puebla coincidieron en que se debe apostar por un proyecto que contemple el diseño y operación de la infraestructura vial, urbana y carretera, para garantizar una movilidad segura, eficiente y de calidad para la diversidad de personas que migrarán y llegarán a este nuevo complejo universitario.
Se requieren accesos para personas con discapacidad motriz
Sobre el tema, Armando Pliego Ishikawa, integrante del colectivo Ciudad Activa, compartió que el rediseño de la red vial que se haga tiene que regirse bajo un estudio de impacto de movilidad en donde se garanticen las condiciones mínimas de infraestructura.
Detalló que se debe contar con aceras pavimentadas, reservadas para el tránsito de peatones, iluminación que permita el tránsito nocturno y seguro de las mismas, pasos peatonales, señales de control de tráfico peatonal, motorizado y no motorizado que regule el paso seguro de las personas.
De igual manera, espacios seguros y accesibles para personas con discapacidad motriz, así como huellas podo táctiles, rampas en las esquinas de las vialidades, banquetas de cuando menos dos metros y medio de ancho, así como carriles exclusivos para vehículos no motorizados.
El también exjefe de departamento de Cultura Vial del gobierno municipal criticó que cuando hay nuevos desarrollos se apuesta por crear un amplio estacionamiento, aunque la realidad es que para complejos estudiantiles es una minoría quien cuenta con automóvil propio, por lo que se tiene que dejar a un lado esta creencia.
“Si se espera recibir a tantos estudiantes, deben de existir estos servicios que puedan satisfacer la necesidad de viaje; actualmente la zona de Valsequillo enfrenta deficiencia en la cobertura de transporte masivo (…) Sabemos que la mayoría de los estudiantes va a necesitar el transporte público, la iluminación, contar con infraestructura ciclista segura para los que pueden llegar de alguna junta auxiliar, es decir, se debe contar con una buena infraestructura para la movilidad”, señala.
En entrevista por separado, Arturo Balderas Moyano, director de Corresponsabilidad en el Transporte, también considera importante que la zona sea accesible para todos pues recordó que en la carretera Valsequillo, con dirección a la junta auxiliar de San Pedro Zacachimalpa, existen tramos donde no hay banqueta, situación que pone en riesgo la integridad física de las personas.
Agrega que se debe analizar si los dos carriles actuales, uno de ida y otro de regreso, son suficientes o se deben ampliar, además de valorar la creación de espacios seguros para usuarios de bicicleta.
Aprovechar creación de Línea 4 del RUTA
Tras el anuncio del gobierno del estado sobre la puesta en marcha de la Línea 4 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) sobre el Periférico, los entrevistados comentan que se debe apostar por este sistema de transporte público para que movilice a la comunidad estudiantil.
Balderas Moyano opina que las autoridades involucradas deben hacer un diagnóstico sobre los traslados y destinos de los alumnos y demás personas que van a moverse a la zona de Valsequillo para hacer los ajustes en función a los servicios que se vayan a requerir.
Considera que la puesta en marcha de este sistema tipo BTR (Bus Rapid Transit) es la mejor opción para el traslado de personas, toda vez que se generarán nuevos derroteros e incluso se podrán crear interconexiones con las demás líneas del Metrobús, así como generar nuevas rutas alimentadoras.
Por su parte, Octavio Flores Hidalgo, profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), se suma a esta declaración ya que desde su perspectiva las dimensiones de los camiones son idóneas para movilizaciones masivas, como se requerirá en CU2, en comparación con las unidades de los concesionarios de las rutas tradicionales del transporte público.
Inclusive, expone que este sistema de transporte cuenta con bajos niveles de contaminación en contraste con el transporte público tradicional, por lo que se apostaría por una movilidad eficiente y ecológica; sin embargo, no descarta que concesionarios soliciten permisos para circular en la zona y que la Secretaría de Movilidad y Transporte les permita circular, por lo que llama a que se les obligue a cumplir con la normativa, capacidad y horarios que se van a demandar.
Añade que la BUAP debe de migrar los programas de movilidad al interior de la universidad al nuevo complejo, como lo es el autobús denominado “Lobobus” y la renta de bicicletas “Lobobici”.
Aunque Anuar Musalem Valencia, subdirector del capítulo Puebla de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), también se expresa a favor de que la puesta en marcha de la nueva línea del Metrobús se debe aprovechar para que cuente con interconexiones con demás líneas o incluso se acerque a la zona de CU2, abre la posibilidad de que se otorguen permisos a otras rutas.
Según sus cifras, para el primer filtro—en donde se van a recibir a poco más de cinco mil personas— se debe de contar con seis rutas que cubran todos los puntos cardinales con unidades de alta capacidad para satisfacer la demanda.
“La Secretaría debe de dotar de servicio a este gran centro generador de demanda con base en las necesidades de los usuarios para garantizar el desplazamiento hacia los puntos cardinales que falten (…) De preferencia se debe de privilegiar a los vehículos de alta capacidad”, manifiesta.
No obstante, declara que se deben desarrollar bahías de ascenso y descenso, así como senderos seguros para peatones, ya que actualmente no se tienen estos espacios, por lo que los estudiantes y demás usuarios del transporte ponen en riesgo su integridad física.
En contraste, la ambientalista Pamela Tajonar dice que, si se quiere preservar el ecosistema en la zona, se debe apostar por transporte eléctrico y niega que el sistema de transporte articulado sea la mejor opción en cuanto a preservación del medio ambiente.
“Así como están presentando sobre migración de carreras ambientales, la movilidad tiene que ir de la mano con eso porque donde salgan con estas mismas líneas de transporte que son carcachas, pues estamos perdidos”, subraya.
Insiste en que el gobierno del estado cuenta con el recurso económico suficiente para poner en marcha un nuevo modelo de movilidad más limpio y eficiente.
Trabajo en conjunto para buenos resultados
Los entrevistados apuntan que es indispensable que las autoridades estatales, municipales y la institución educativa, a cargo de la rectora Lilia Cedillo Ramírez, trabajen de manera coordinada en el proyecto para lograr una movilidad segura e incluyente.
Inclusive, Armando Pliego considera que la universidad cuenta con investigadores y especialistas en temas de movilidad con capacidades técnicas adecuadas para crear el proyecto en la materia, toda vez que tiene experiencia con la operación del transporte universitario.
Por su parte, Octavio Flores comenta que un proyecto con las características presentadas es factible, pero advierte que para concretarlo se requerirá de un proceso paulatino en donde los tres entes se deben organizar y definir las acciones que atenderá cada uno.
Por último, Anuar Musalem indica que el proyecto debe ser una columna vertebral que permita que todos los medios de transporte lleguen, poseer las condiciones mínimas de eficiencia y confort para todos los modelos de transporte, así como atender todos los destinos de donde provengan los estudiantes.
De acuerdo con información de la BUAP, la proyección en el corto plazo para CU2 es iniciar en agosto de 2024 con una matrícula de nuevo ingreso de 5 mil 106 alumnos y una oferta de 26 licenciaturas. En 2025-2026, una población de nuevo ingreso de 5 mil 183 estudiantes y una matrícula de 10 mil 290; en 2026-2027, 5 mil 261 alumnos y una matrícula 15 mil 550.
Finalmente, para el periodo de 2027-2028, 5 mil 340 estudiantes y una matrícula de 20 mil 890; y, en 2028-2029, 5 mil 420 y una matrícula de 26 mil 310.
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