El pliego petitorio de los policías municipales de Huauchinango está por resolverse la próxima semana, debido a que por el momento no se les puede dar respuesta sobre el seguro de vida que están solicitando y el equipo de radiocomunicación entre otros puntos, así lo consideraron autoridades municipales.
El diálogo dio seguimiento este lunes, tras el paro de labores que realizaron los uniformados el sábado pasado 6 de junio, cuando el presidente municipal Gustavo Vargas Cabrera, expuso a los oficiales que algunos puntos de sus peticiones no podrán cumplirse como ellos lo piden, como es el caso de la solicitud de patrullas nuevas (camionetas) pero sí se comprometió a entregar cuatrimotos que son aptas para la operación de patrullaje en el municipio por sus características físicas del suelo.
Por otro lado, dijo que el equipo de radiocomunicación está por aprobarse desde el Secretariado de Seguridad Pública en donde deben aprobar la compra o desaprobarla.
Respecto al tema de solicitud de uniformes, el alcalde dijo a los uniformados que ya están comprados sólo que la casa comercial en la que se hizo la solicitud y se pagó, pero no los han entregado debido a la baja de sus operaciones por la pandemia de Covid-19.
En entrevista, el munícipe de Huauchinango explicó que los uniformados sí cuentan con un seguro, aunque no tiene una cobertura suficiente dado que es un aseguramiento que tiene que ver solamente con la nómina, en cambio los oficiales están solicitando un seguro ampliado y sobre el punto subrayó que las aseguradoras ya no se están aventurando a dar cobertura a elementos policiacos por las primas caras que deben entregarse, aunque dijo que se está analizando con diferentes empresas para ver si alguna está dispuesta a dar este tipo de servicio.
Las negociaciones terminaron dejando un espacio de tiempo que consiste en unos días en los que la presidencia municipal se comprometió a entregar lo que está solicitado y en proceso de compra, aunque dijo que lo que se pretende es ahorrar por eso se optó por reparar las patrullas que dejaron inservibles desde la administración pasada pero que están catalogadas cómo seminuevas, aunque tenían las cajas de velocidades rotas.