El papel de la universidad es promover la justicia social aseguró Melitón Lozano Pérez, secretario de Educación en Puebla, durante su participación en el seminario en línea “Los retos de la educación pública superior en México, en una época de cambios”, organizado por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” (ICSyH) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Durante su intervención el funcionario estatal abordó el tema: "La universidad pública en la búsqueda de hacer efectivo el derecho a la educación en la coyuntura actual", a través del cual habló sobre las directrices por las que se deberán de guiar las Instituciones de Educación Superior (IES) en el marco del gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al inicio de su intervención, Lozano describió que el reto es hacer tangible el derecho a la educación en el ámbito superior. “Siempre me gusta iniciar problematizando, de tal manera que suscite preguntas y una primera parte es ¿cómo concebimos la educación? La podemos concebir como un servicio o como un derecho. Como servicio puede llevarse a cabo o no porque eso queda a voluntad de quien la ofrece. Como derecho, por las implicaciones que tiene, se vuelve exigible y justiciable. Exigible por los actores que demandan con determinadas características y justiciable en los tribunales”, aseguró.
En tanto, el también profesor afirmó que el derecho a la educación puede ser considerado como un concepto abstracto, motivo por el cual presentó un marco conceptual y normativo denominado de las Cuatro A, porque llama a ser: asequible, aceptable, adaptable y accesible a la educación.
Definió que la asequibilidad tiene que ver en asegurar la disponibilidad de una oferta educativa con instituciones que tengan lo necesario para el aprendizaje; la aceptabilidad hace referencia a que los planes de estudio deben responder a criterios pertinentes y relevantes con una dimensión de calidad desde los estudiantes, quienes pueden opinar sobre la educación que reciben. Asimismo, la adaptabilidad refiere a que las instituciones se tienen que adecuar a las personas y a las comunidades, no al revés; mientras que la accesibilidad está relacionada con evitar cualquier tipo de discriminación.
Por otra parte, concibió una serie de retos en torno a la educación, ubicada dentro de la realidad, y estos son:
Hacer cambios profundos en la forma de producir, transmitir y utilizar el conocimiento
Reivindicar el carácter humanista de la educación superior para tener una responsabilidad ética, social y ambiental
Promover los derechos humanos, la equidad de género y la soberanía alimentaria
Reafirmar el carácter multicultural, multiétnico y multilingüe
Impulsar un modelo académico que indague los problemas del contexto
Promover mecanismos que permitan la participación de sectores sociales
Finalmente argumentó que se trabaja en promover enseñanza para el desarrollo, que reivindique el carácter humanista e integral, construida desde el entorno del sujeto.
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