La edición 2019 del Atlixcayotontli celebrada este domingo en el cerro de San Miguel, confirmó un hecho irrefutable: “La fiesta chica ya cumplió la mayoría de edad”, coincidieron asistentes y organizadores.
Considerado como el preámbulo del Atlixcáyotl, patrimonio cultural de Puebla, este evento lanzó un mensaje, junto a los organizadores y miles de visitantes: “hoy podemos presumir una fiesta nuestra consumada”, destacó Martha Alatriste, presidenta de la Asociación del mismo nombre.
Y tres factores, soslayó, dejan clara la anterior aseveración: “la mayor cantidad de personas asistentes cada año. De mil 500 pasados a 3 mil y de esa cifra a cerca de 5 mil de este domingo”.
Dos: “la identificación natural e histórica entre el público y los danzantes. Al no sentirse limitados en la plazuela de la danza en el cerro de San Miguel, como ocurre en el Atlixcáyotl, la libertad de convivencia en más plena. Al grado de poder subirse al escenario a pedir un poco de Tejón (bebida alcohólica) traída de los pueblos”.
Y tres: la promesa de poner en marcha, de cara al próximo año 2020, una distinta manera y colectiva de financiar el Tontli el cual cuesta más de 600 mil pesos.
TRADICIÓN
Miles de personas subieron al cerro de San Miguel para ser testigos de la participación de al menos un centenar de danzantes, en la plazuela más sagrada de la región.
Como parte de la comitiva de invitados, “porque es la fiesta del pueblo de Atlixco para el pueblo”, el presidente municipal Guillermo Velázquez y el gabinete local, así como la legisladora local Guadalupe Muciño.
El espectáculo comenzó antes de las 10 de la mañana y terminó con el esplendor del sol, casi cuatro horas después y con los tradicionales Voladores como cerrojo.
Después, todos fueron dueños absolutos de la plazuela… y del mezcal, de la música, la alegría. De la fiesta, pues.